Otras imágenes de San Fermín

San Fermín que todo lo ve trae habitualmente consigo una exposición de fotografía. Este año está organizada por la Fundación Caja Navarra y la Agrupación Fotográfica de la Comunidad Foral, que precisamente cumple el cincuenta aniversario de su fundación. Es una exposición donde el protagonismo no se centra exclusivamente en los encierros. Este es un tema muy tentador, con numerosas facetas, del que se ha abusado en exceso. No obstante, se presentan también otros aspectos de estas fiestas pamplonesas que ayudan a multiplicar el interés por las mismas.

En este abanico de puntos de vista encontramos una selección de cinco autores, todos ellos miembros o fundadores de la agrupación. Por un lado tenemos a Nicolás Ardanaz (Pamplona,1910-1982). Durante más de cuarenta años se dedicó a fotografiar con ternura distintos aspectos de su tierra. Su interesante colección de imágenes se conserva en el Museo de Navarra. En las fotografías seleccionadas para la ocasión, el protagonismo principal corre por cuenta de tres símbolos, con frecuencia olvidados, sólo reconocibles por quien conoce bien su geografía y sus gentes, de estas fiestas: niños, cabezudos y ristras de ajos. Los pequeños juegan y conviven amistosamente con los temidos cabezones. Los primeros ajos de la temporada recogidos en trenza son distintivo que cuelgan a la espalda algunos de los visitantes de esta feria. Imágenes repletas de encanto y sentir humano.

Javier Ochoa (Pamplona, 1945) se fija de manera especial en los encierros jugando con el color y el blanco y negro. Son instantáneas vivas que recuperan la tensión de unos momentos con riesgo para los protagonistas. Joaquín Ahechu (Huarte, 1949) se inclina por una fotografía muy atrevida. Escapa de la figuración y se adentra en el territorio del impacto visual al amparo del color y el difuminar de las formas. En este caso, la realidad de donde proviene la instantánea es sencillamente la materia prima de donde nace el discurso del autor. Una deconstrucción fotográfica con evocaciones confusas y abiertas a una libérrima interpretación.

Jesús Sarriés (Pamplona, 1964) recoge en sus fotos matices del comportamiento de las gentes desinhibidas durante las fiestas. Gestos divertidos, cargados de ironía, donde quiere desaparecer el pudor y se da paso al atrevimiento. Finalmente, el más joven es Daniel Ochoa de Olza ( Pamplona, 1968). Todas sus imágenes son en color y responden a un criterio fundamentalmente periodístico. Su formación suplementaria con maestros como Carlos Boch o Jordi Guillemet puede estar en el origen de unas composiciones a la búsqueda intencionada de contrastes llamativos.