Aprendices de montañero

Ocho de la mañana. Fresco en La Cabrera. Los aprendices de montañeros van llegando poco a poco al punto señalado para el comienzo de la ascensión: la plaza del Ayuntamiento. El más joven, 12 años; el mayor, 76. Comparten un mismo objetivo: conquistar la cima más alta de la sierra de La Cabrera, el pico de la Miel: 1.391 metros. Al frente del grupo, un guía excepcional, Carlos Soria, 65 años, el único alpinista del mundo que ha hollado tres cumbres de más de 8.000 metros con sesenta años cumplidos, incluidos el Everest y el K-2.

Sesenta madrileños participaron ayer en la ascensión al pico de la Miel dentro del Plan de Verano de la Sierra Norte, que pretende promocionar esta zona de la región a través de la gastronomía, el deporte y el arte. La ascensión, organizada por la Consejería de Presidencia, consistió en una caminata de seis kilómetros que duró poco más de tres horas. Sólo cuatro de los participantipantes no consiguieron hollar la cima. "Ha sido una jornada muy divertida, aderezada con chistes en todo momento", explicaba una vez terminado el recorrido Carlos Soria. Y hacía un buen balance: "A pesar del calor, ha mercido la pena".

"La montaña es un lugar maravilloso para vivirlo, no para morir", dice Soria

Para este aguerrido alpinista, el recorrido por la sierra de La Cabrera fue también un viaje al recuerdo de sus primeras ascenciones. "Son las montañas de mi niñez", contó. En la sierra madrileña de Guadarrama, allá por 1954, fue su primera escalada, con 14 años. "Nos dejaron la lona de un camión y nos fabricamos una tienda de campaña y aquí pasamos nuestras primeras vacaciones Antonio Riaño y yo", recuerda Soria. Después llegaron los Pirineos, los Alpes, y ahora los ochomiles. Pero el pico de la Miel poco tiene que ver con esas guerras.

"No presenta grandes dificultades, salvo alguna roca más grande, pero es un paseo para todos los niveles", garantiza Soria. Acto seguido recomienda a los madrileños que salgan al monte: "La gente tiene miedo a la montaña, ven en la tele que es para héroes, un lugar donde muere la gente; no es cierto. Es un sitio para vivirlo, no para morir".

Una vez alcanzada la cima, los excursionistas pudieron disfrutar con las vistas de toda la sierra y de la presa de El Atazar.

Esta excursión es la tercera actividad que se organiza este verano para promocionar la Sierra Norte, que abarca 42 municipios de Madrid. En junio se hizo la senda de la Atalaya en el Berrueco; hace tres semanas se organizó una comida popular en Madarcos, el municipio más pequeño de la Comunidad, y el 9 de julio fue el festival folk de Rascafría, con la actuación de Carlos Núñez.

Todas estas actividades, de carácter gratuito, están abiertas a todos los madrileños. La próxima cita será en agosto: la XVI Vuelta Ciclista a la Sierra Norte, que recorrerá pueblos como Cabanillas, Montejo de la Sierra o Torrelaguna. En septiembre, del 8 al 11, le llegará el turno a la feria gastronómica de Prádena del Rincón, y el 24 y 25 de este mes, la feria medieval de Buitrago. Para entonces, Carlos Soria no podrá capitanear el equipo. "Estaré en Colombia ascendiendo varios volcanes; luego, Ecuador, y en septiembre, el Himalaya. La vida del jubilado no está mal", concluye.

Patronato de Montaña: www.madrid.org/pamam/