_
_
_
_
Entrevista:JAVIER GURRUCHAGA | Cantante y actor

"Soy mosca cojonera , pero creo que bastante buen cantante"

Las bufonadas de Popocho y la guitarra de Jaime Stinus también han dejado honda huella, pero el actor y cantante Javier Gurruchaga (San Sebastián, 1958) ha sido siempre motor y cabeza visible de la Orquesta Mondragón. En activo desde 1976, la formación vuelve a estar de actualidad por la edición de ¡Viva Mondragón! (Emi), un doble álbum recopilatorio (CD y DVD) que recupera 15 apariciones en televisión y 14 temas ya editados, y les suma cinco canciones inéditas. El primer single es El blues de Don Quijote, y el locuaz Gurruchaga se muestra encantado con la felicitación recibida de José Luis Rodríguez Zapatero, quien asegura que le dio la idea de ese tema.

Pregunta. La promoción es la parte menos agradable de su profesión, ¿verdad?

"Estoy empeñado en difundir en clave de rock el 'Don Quijote', porque es el primer gran icono rockero de verdad, contestón, a contrapelo"
"Soy un barítono con dos cojones y nunca he desafinado en una actuación o en un concierto en directo. Y he hecho más de 2.000"
"Hay perversas y malintencionadas ignorancias y amnesias, pero la Orquesta Mondragón fue un grupo importantísimo en los años ochenta"

Respuesta. Bueno, creo que es necesario contar el esfuerzo que significa reconducir trabajos remasterizados y hacer canciones nuevas con Jaime Stinus, viejo guitarrista de la Orquesta Mondragón y productor de este ¡Viva Mondragón! En el título quisimos hacer un guiño a ¡viva Roxy Music!, ¡viva la revolución!, ¡viva La Pepa!, ¡viva la Real!... Es un "viva" de que estamos vivos.

P. Vivos y comprometidos.

R. Sí, los temas nuevos tienen mucho que ver, más que con el humor, con lo social, con eso que hemos vivido en los últimos años. Nos hacemos mayores y hemos querido recuperar el contacto con la calle. Lo hemos hecho en clave de metáfora de aire, de viento, como Don Quijote, con el Blowin' in the wind de Bob Dylan y con un Johnny cogió su fusil en momentos difíciles, donde hay que reivindicar la paz y la tolerancia.Y más en nuestro País Vasco.

P. ¿Por qué homenajea a Don Quijote?

R. Estoy empeñado en difundir en clave de rock el Don Quijote, un Quijote pop, más daliniano, blues brother y de road movie, porque Don Quijote es el primer gran icono rockero de verdad, contestón, a contrapelo. Es un mito maravilloso y está estupendo. Don Quijote es José Luis (Rodríguez Zapatero), soy yo y es Touriño, al que deseo lo mejor y que recuperemos el tono vital de libertad. Las últimas noticias ya son muy positivas: no estamos en una guerra y la gente que se case con quien quiera. El que quiera, porque yo soy soltero eterno. Que brille el arcoiris, la luz, y vaya desapareciendo el tenebrismo, el oscurantismo inquisidor.

P. ¿Qué criterio ha guiado la selección de temas de ¡Viva Mondragón!?

R. Hay un común denominador de blues de carretera y rock. Hemos eliminado las pachangadas veraniegas, con letras probablemente divertidas y músicas con muchas concesiones. No es un disco de todo a 100.

P. Javier Gurruchaga tiene mucho de cómico.

R. Sí, tengo una vis cómica estupenda, y la cabeza la tengo muy rápida, soy muy de improvisar.

P. ¿Figura escandalizar entre sus intenciones?

R. No. Escandalizar en televisión, provocar un poquito, ser mosca cojonera, sí. Pero creo que no canto mal. Por mucho que les joda a algunos, soy bastante buen cantante, como lo son Miguel Ríos, Serrat, Sabina si se cuidara un poquito... Soy un barítono con dos cojones y nunca he desafinado en un concierto. Y he hecho más de 2.000.

P. Se echa en falta más Orquesta Mondragón en la actual mercantilización de la nostalgia de los años ochenta. ¿Cree que está suficientemente valorada su contribución?

R. A veces hay perversas y malintencionadas ignorancias y amnesias, pero fuimos un grupo importantísimo en los años ochenta. Como hicimos también canciones de éxito, con cierto toque comercial, los puristas probablemente quieran obviarnos, pero son injustos. En los ochenta la Orquesta Mondragón tenía infinitamente más éxito que muchos de estos grupos y hemos tenido siempre un buen directo. ¿Que hemos hecho canciones horteras? Por supuesto. Las ha hecho todo el mundo, hay que sobrevivir en un mundo difícil. Pero ahí está el trabajo, que lo miren con más lupa, no seamos tan superficiales, que hay canciones cojonudas de la etapa de Haro Ibars, de Sabina, Luis Alberto de Cuenca, Fernando Canales, Moncho Alpuente... Tengo desde homenajes a Lou Reed, a canciones de Sabina, o de la Mondragón en clave The Doors y hasta heavy metal, que lo hago mejor que Ozzy Osbourne, perdónenme la inmodestia.

P. Ha vuelto Operación triunfo. ¿Hay motivos para alegrarse?

R. Hay motivos para disgusto. Es una horterización, un gran karaoke magnificado por el anterior régimen conservador para distraer, distorsionar, eclipsar y aplastar a gente, vieja y joven, que tenga cosas que decir. Como los programas telebasura y ese Gran hermano inquisitorial, ha atontizado y maleducado a mucha juventud. Una de las asignaturas pendientes del señor Zapatero es poner orden y concierto a ese atontamiento generalizado. Hay gente joven, con muy buenas ideas, a la que no le hacen ni puñetero caso.

P. Vive en Madrid. ¿Hecha de menos San Sebastián?

R. No vivo en Madrid, yo voy muy nómada, vivo en muchas ciudades del mundo y me inspiro en muchas ciudades y en muchas películas que veo en cualquiera de ellas. Soy un hombre de hoteles y creo en el mundo sin fronteras.

P. ¿Qué proyectos tiene en mente?

R. Estoy en conversaciones muy avanzadas para hacer el Salomé de Miguel Narros, de Oscar Wilde. Tengo a punto de estrenar Cuba libre, de Ray García, con José Luis López Vázquez y Caco Senante, una película de humor, un poco satírica con la Cuba actual. Dentro de breves fechas voy a hacer La nariz de Gogol, un mediometraje, en San Petersburgo. También tengo bastantes conciertos, el disco me está poniendo otra vez en carretera, y me gustaría hacer el musical Los productores, dirigido por Álex de la Iglesia. Llamo desde aquí a la gente que quiera invertir en el proyecto. Por soñar un poco, Gabino Diego y yo haríamos unos buenos The producers con la música de Mel Brooks.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_