No es una pena
El editorial de la edición del 14 de julio [El precio del fraude] consideraba proporcionada la pena de 25 años de prisión impuesta por una juez federal del segundo circuito a Ebbers, ex jefe de WorldCom.
Dejando a salvo la más que patente criminalidad del comportamiento del otrora considerado mago de las finanzas, 25 años de cárcel no es una pena: es una barbaridad.
Parece mentira que esa sea la opinión de su rotativo.
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