Los arquitectos proponen zonas de 'playa' y más puentes en el Manzanares
Dos equipos madrileños, finalistas del concurso de ideas para la 'alfombra verde'
Convertir la M-30 a su paso por el Manzanares en un eje vertebrador de la ciudad y crear en su entorno una gran alfombra verde -una vez soterrados seis kilómetros de carretera- era el reto al que se enfrentaban los participantes del concurso internacional de ideas Madrid Río Manzanares, organizado por el Ayuntamiento y premiado con 450.000 euros. Se presentaron 18 propuestas para reordenar las 50 hectáreas de terreno que la capital ganará con el soterramiento de la calzada desde el nudo sur hasta el Puente de los Franceses. Y ayer se conocieron los primeros finalistas, sendos proyectos de dos arquitectos madrileños: M-Río, del equipo de Ginés Garrido, y SOS Ciudad, dirigido por José María Ezquiaga.
Ahora comienza la segunda fase del concurso, en el que estos dos estudios competirán con ocho arquitectos de renombre mundial. "Este proyecto va a marcar un antes y un después en la fisionomía de la ciudad. Se liberarán grandes espacios y Madrid será más humana y agradable", aseguró el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, al dar a conocer el fallo del jurado.
La propuesta SOS-Ciudad plantea recuperar el protagonismo histórico del Manzanares. "La idea esencial es que el río deje de ser una grieta, una barrera entre dos partes de la ciudad, y se convierta en aglutinador verde con diferentes intervenciones en cada tramo, según sus necesidades", explicó Ezquiaga, que propone recuperar playas fluviales, pequeñas piscinas y zonas de baño, grandes paseos y áreas peatonales e integrar el carril bici en este tramo.
Todo ello acompañado de un plan de movilidad con líneas de autobuses paralelas al río y una comunicación adecuada con las áreas museísticas o culturales, como el antiguo matadero de Legazpi. Ezquiaga descartó que el espacio se pueda aprovechar para construir edificios. "La zona ya ha sido suficientemente explotada en este aspecto, planteamos que se convierta en un área verde, peatonal, humana", subrayó.
El otro plan finalista, M-Río, dirigido por Ginés Garrido, también ve el río como elemento aglutinador. Pero es más reservado a la hora de explicarlo. "Tenemos que coser las dos orillas reutilizando algunos de los puentes hoy anulados y creando otros nuevos para que el Manzanares se convierta en una estructura vertebradora de la ciudad", aclaró.
Este proyecto sí prevé crear nuevos edificios y reordenar arquitectónicamente algunas áreas. "Se recupera mucho espacio con nuevas posibilidades de construcción, aunque habría que reubicar algunas infraestructuras que están mal colocadas", señaló Garrido. Su apuesta incluye amplias zonas verdes, peatonales y de ocio.
Segunda fase
Aunque estos dos proyectos han llegado a la final, ahora tendrán que vérselas con las propuestas de ocho arquitectos de prestigio internacional que ya han recuperado espacios parecidos en otras ciudades y a los que el Ayuntamiento ha invitado a participar: Peter Eisenman, Norman Foster, Jakes Herzog y Pierre de Meuron (concurren juntos), Rem Koolgas, Martínez Lapeña y Elías Torres, Navarro Baldeweg, Dominique Perrault y Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa.
Ni a Garrido ni a Ezquiaga les asusta el reto. "Para hacer bien este plan hay que conocer la ciudad, y eso es un punto a nuestro favor", afirmó Ezquiaga. "Creo que podemos ganar nosotros. Son más famosos, pero no sabemos si son más listos", bromeó Garrido. El soterramiento de la M-30, que tiene un presupuesto inicial de 1.335 millones, estará terminado en la primavera de 2007.
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