Parecían vecinos ejemplares
Buenos hijos, chicos normales... los cuatro suicidas identificados hasta ahora lograron esconder su fanatismo a sus propios allegados
"Un muchacho agradable". "Un buen hombre". "Un chico muy religioso"... Los terroristas que sembraron de horror la ciudad de Londres el pasado 7 de julio, en el primer ataque suicida registrado en Europa, tenían algo en común, además del fanatismo: una doble vida.
Ante sus familias, sus amigos o sus vecinos, eran personas normales o, incluso, muy apreciadas, como Shehzad Tanweer, buen estudiante y deportista de éxito, o Mohamed Sidique Khan, esforzado tutor escolar, con especial vocación por los niños con problemas.
Las trayectorias de los cuatro terroristas identificados hasta ahora, nacidos en Reino Unido, se funden en el submundo de las mezquitas británicas y cristalizan en algún lugar de Pakistán. La policía británica se afana ahora por desentrañar la madeja.
SHEHZAD TANWEER
Pocos detalles conocidos de la trayectoria de Shehzad Tanweer aportan pistas sobre su macabra determinación de sellar su nombre entre los primeros terroristas suicidas británicos identificados por la policía. Tenía un buen porvenir en el área deportiva pero optó por inmolarse, con 22 años, asesinando con su carga explosiva a siete pasajeros en un túnel del metro al este de Londres. Su madre, Parveen, le creía entre las víctimas de los atentados y así lo reportó a la policía la noche del jueves.
Tanweer nació el 15 de diciembre de 1982 en Bradford, foco urbano de la inmigración asiática, y creció con su familia en la cercana Leeds. Buen estudiante y con talento para los deportes, cursó estudios de ciencia deportiva en la Universidad Metropolitana de esta ciudad norteña. Apasionado del críquet y de las artes marciales, y diestro futbolista, cosechó sus mejores marcas en salto de altura. En una estantería de su habitación colocaba las medallas y copas.
De familia musulmana paquistaní, Tanweer vivió una adolescencia acomodada, ayudando en el negocio familiar de mataderos y, más reciente, en un restaurante de fish and chips (comida popular de pescado y patatas fritas). Acostumbraba a vestir chándales y zapatillas de marca y, en las visitas a la mezquita, túnicas tradicionales. También le gustaba mucho conducir el Mercedes de su padre.
Tanweer estaba orgulloso "de ser británico", aseguraba su tío, Bashid Ahmed. Si bien era "muy religioso", nunca se interesó en la política. Jóvenes que crecieron con él en su barrio le describían estos días como una "persona amable, que se llevaba bien con todos". "Tenía sentido del humor y era cariñoso", comentó a la prensa Azzy Mohamed. A pesar de ser "tranquilo y formal", Tanweer fue amonestado por la policía en 2004 por "conducta desordenada".
El pasado diciembre viajó a Pakistán para seguir un largo curso de estudios islámicos, pero regresó a casa a los tres meses harto del "calor, la pobreza y la actitud de los paquistaníes con los que vienen de Inglaterra", según explicó su tío, quien negó que el joven se hubiera adiestrado en Afganistán.
De acuerdo con amigos que se niegan a identificarse, tras su viaje a la tierra paterna Tanweer empezó a frecuentar una mezquita de Beeston, en Leeds, que se tiene por hervidero de fundamentalistas islámicos. Allí coincidió con el resto de los autores de la matanza del 7 de julio
. Días antes de ir a Londres, Tanweer jugó un partido de críquet, como acostumbraba. Algo, sin embargo, era distinto. "Se había teñido el pelo y las cejas de claro", contaba un amigo al diario The Independent. "Ahora me parece obvio que quería disfrazarse".
MOHAMED SIDIQUE KHAN
Asistente escolar, casado y padre de una niña, Mohamed Khan no conocerá al segundo hijo que espera dar a luz en unos meses su esposa, Hasina. Aunque aún no ha sido formalmente acusado, las autoridades le identifican como el suicida islámico del metro de Edware Road, que causó la muerte de seis personas y un centenar de heridos. Tenía 30 años.
Khan era muy popular entre los alumnos y los padres de una escuela de primaria de Beeston, un barrio de Leeds, donde residió parte de su vida. Le consideraban un buen "colega y mentor", que ayudaba a los pequeños con problemas y a los hijos de inmigrantes a asentarse en el colegio y en la sociedad en general. "Muchos me dicen que es la mejor escuela que han conocido", se enorgulleció el propio Khan en una entrevista publicada en el suplemento de Educación del diario The Times, en 2002.
Hace unos seis meses, Khan se mudó con su familia a Dewsbury, en el condado de Yorkshire. Su mujer quería estar cerca de su madre, Farida Patel, una mujer muy respetada que recibió incluso una condecoración de la Reina Isabel, en el palacio de Buckingham, por su trabajo comunitario. Hoy, en cambio, la familia política atraviesa unos momentos amargos, con la policía organizando registros en su casa.
No fue con ellos, sin embargo, con quienes Khan se adoctrinó en el fundamentalismo islámico. A su suegra se le reconoce por luchar por los derechos de la mujer y promover su independencia laboral en la rígida sociedad asiática.
De Hasina se dice que estaba en desacuerdo con la represión de la mujer en el régimen talibán. Mientras que algunas fuentes describen a la pareja como un "matrimonio modélico", otras aseguran que el terrorista y su mujer atravesaban una fuerte crisis y se habían separado. Khan llevaba una doble vida sin levantar sospechas. Hijo de inmigrantes paquistaníes, compaginaba sus labores escolares con la gestión de una librería en Leeds especializada en textos islámicos. Conducía un Honda Civic, frecuentaba el gimnasio y vestía habitualmente al estilo occidental.
No acudía, sin embargo, a las mezquitas próximas a su residencia y era un asiduo visitante del templo islámico más radical de la región, en Stratford Street, en Leeds. Allí urdió planes para convertirse en mártir, según publica la prensa británica a partir de declaraciones anónimas. Tras la matanza del 7-J, es, según la versión oficial, un criminal y uno de los primeros terroristas británicos.
HASIB MIR HUSSAIN
Hasib Mir Hussain, de 18 años, era el más joven de los terroristas suicidas que sacrificaron la vida de más de 50 personas el pasado día 7 en Londres. Hasib nació el 16 de septiembre de 1986 en la casa victoriana de ladrillo rojo en Leeds, donde su familia aún reside en la actualidad, y creció jugando al fútbol con otros niños en los callejones del barrio. Asistió a la guardería en Ingram Road, a la vuelta de la esquina de su casa, y más tarde acudió a un colegio de enseñanza primaria en el mismo barrio, Holbeck, un área humilde situada detrás del distrito económico de Leeds y rodeada de autopistas.
De camino al colegio, Hasib pasaba siempre por delante de la tienda de la esquina, regentada por Ajimal Singh, que ayer aparecía triste y abatido. "Cuando era un chaval, venía a comprar caramelos y palomitas. Era de una familia muy agradable del barrio. Su hermano es un hombre muy majo", ha dicho Ajimal.
A Hasib se le ha descrito como temerario e impetuoso. Fue un joven muy problemático. Durante su paso por el instituto Matthew Murray inició no pocas peleas con compañeros de clase. En julio de 2003 dejó el centro sin haber aprobado el bachillerato.
Fue en esta época cuando le enviaron a Pakistán a visitar a unos parientes. Allí adquirió una profunda devoción religiosa. Hasib realizó la peregrinación a la Meca -que todo musulmán debe hacer al menos una vez en la vida y que constituye el principal acto de adoración-, se dejó barba y comenzó a vestir túnicas. A pesar de ello, la policía lo detuvo en 2004 por robar en un comercio.
Hasib solía viajar a Dewsbury, localidad situada a unos 40 kilómetros al oeste de Leeds, para ir a rezar. Mohamed Sidique Khan, el más veterano de los terroristas, tenía una casa en Dewsbury.
Hasib estaba en el paro y le había dicho a su familia que iba a Londres a ver a unos amigos. Pero cuando el jueves 7 no regresó a casa, sus padres, Mahmoor y Maniza, informaron de su desaparición a la policía. En realidad su hijo había subido al autobús número 30 armado con suficiente explosivo como para destrozar el vehículo y matar a 12 personas. Entre los restos se encontraron su licencia de conducir y sus tarjetas de crédito. Este hallazgo condujo a la policía a la célula de Leeds.
LINDSAY GERMAINE
La policía cree que este ciudadano británico nacido en Jamaica es el cuarto terrorista suicida, responsable de la bomba en la estación de Russell Square, la más mortífera de todas: al menos 21 personas murieron y cientos más resultaron heridas. Todavía hoy continúan los trabajos para recuperar restos de los fallecidos.
Poco se sabe de su pasado. La confirmación de su identidad depende ahora de los análisis de ADN. Se cree Germaine vivía en una casa de Northern Road, en la localidad de Aylesbury, a unos 65 kilómetros al noroeste de Londres. La policía registró el pasado miércoles la vivienda. "Era un hombre negro, en la treintena, y vivía con una mujer que se había convertido al islam. Tienen un niño de unos 18 meses", contaba un vecino a la cadena de televisión británica BBC. "Se mudaron a esa casa hace seis meses. Creo que estaban a punto de renovar el contrato". Otro vecino, Joao Lima, que reside dos puertas abajo, aseguraba que en la casa sigue viviendo "una mujer europea que viste ropas islámicas". Germaine podría tener vínculos con el condado de West Yorkshire, donde vivían los otros tres terroristas suicidas.
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