_
_
_
_
Reportaje:

Una noche de tensión

14 aeronaves y cerca de 200 personas intervienen en las tareas de extinción del incendio de Simat y Barx

El alcalde de Simat de la Valldigna, Vicent Palomares, recuperaba a media mañana de ayer la sonrisa, tras una noche de tensión que pasó prácticamente en vilo. La tarde del martes, sobre las 18.00, se dio la voz de alarma del inicio de un incendio cerca de la carretera CV-600, en el Barranc de Palomara. Ayer, fuentes de la Consejería de Justicia confirmaban que el fuego había sido "intencionado", y que se originó a unos 150 metros de la calzada. El centro de Emergencias de la Generalitat activó el plan de incendios forestales, y al lugar de desplazaron una docena de medios aéreos, brigadas forestales y bomberos del Consorcio Provincial de Valencia. Pero las altas temperaturas de estos días y el viento dificultaron las labores de extinción. La carretera CV-600, que conecta Simat con Xàtiva, fue cortada al tráfico, y allí se estableció el puesto de mando para coordinar los trabajos.

A las 21.00 eran ya tres los frentes de fuego abiertos. Existía el temor de que uno de ellos se aproximara a una zona de huerta y casas de campo, y a unos chalés ubicados en la falda de la montaña. 19 viviendas, la mayoría segundas residencias, fueron desalojadas como medida preventiva, y 42 personas evacuadas. Otro de los frentes se acercaba a una zona de pinar, que finalmente alcanzó. Ésta era la estampa desoladora que a última hora del martes presentaba el incendio. Los medios aéreos, de la Generalitat y del Ministerio de Medio Ambiente, se retiraron con la caída del sol. Las llamas se encontraban en una zona escarpada, de difícil acceso para las brigadas terrestres, y el fuego continuó por la noche sin control. El principal temor de los vecinos de Simat era que se desplazara hacia el casco urbano.

A primera hora de la mañana se reanudaron las tareas. El viento había desviado las llamas hacia la cima, salvando la zona urbanizada, y el incendio continuó por la ladera trasera de la montaña, en dirección a Barx. De nuevo un terreno escarpado, con accesos complicados, que dificultaban la extinción. La superficie afectada en Barx a última hora de la mañana era una extensión de matorral de unas cien hectáreas, en la partida de La Mola, en lo alto de la montaña. Pero en este caso, se temía por la posibilidad de que el fuego se desplazara hacia una zona donde se encuentran varias casas de campo y granjas de animales, con depósitos de gas. En esta ocasión también hubo suerte, y se consiguió controlar este frente. La alcaldesa de Barx, María Hernandis, acudió al puesto de mando sobre las 13.00, para conocer el alcance del avance del fuego. Junto al primer edil de Simat, y responsables del Centro de Emergencias y de la Consejería de Justicia, pudieron comprobar en una visita aérea que el perímetro del fuego estaba acotado, y no se apreciaban llamas.

Catorce aeronaves (diez de la Generalitat y cuatro del ministerio), y 23 brigadas forestales trabajaron sobre el terreno. En las labores de coordinación y control participaron también efectivos de Protección Civil, Guardia Civil y Policía Local. En total, cerca de 200 personas. El piloto y el mecánico de uno de los helicópteros tuvieron que ser atendidos por heridas leves al sufrir el aparato una avería. La aeronave despegaba del campo de fútbol de Simat después de hacer un repostaje, pero cuando inició la maniobra sufrió un problema técnico, y el aparato cayó de unos cinco metros de altura. Sus dos ocupantes resultaron con heridas de poca consideración, y el helicóptero quedó inutilizado en tierra. Otras tres personas, de los efectivos terrestres, tuvieron que ser atendidas por fracturas leves y lipotimias durante las labores de extinción.

Además del enorme despliegue de medios, al lugar del incendio acudieron numerosos cargos políticos. Entre ellos, el consejero de Justicia, Miguel Peralta, el secretario autonómico de Justicia e Interior, Fernando de Rosa, el subdelegado del Gobierno, Luis Felipe Martínez, y el jefe del área de Emergencias de la Generalitat, Vicente Aguiló.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_