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El PSPV insinúa que el nivel de protección del edificio de Tabacalera bajó por presión política

Los socialistas denuncian que Patrimonio les pone trabas para examinar el expediente

La reducción del nivel de protección del que gozaba el edificio de la antigua fábrica de tabacos de Valencia -que abre la puerta a un pelotazo urbanístico, según los socialistas- ha sido propiciada por presiones políticas, según insinuó ayer el portavoz del PSPV en el Ayuntamiento, Rafael Rubio. El concejal y la diputada Cristina Moreno denunciaron las "trabas" que les pone la Generalitat para examinar el expediente completo: desde que Patrimonio instó la protección del edificio de Tabacalera hasta que optó por descalificar una parte para poder construir viviendas.

El edificio de la antigua fábrica de tabacos fue incluido en el catálogo de edificios protegidos del Plan General de 1989. Hace dos años, el Ayuntamiento pidió la revisión de ese inventario, pero la Consejería de Cultura consideró que el edificio de Tabacalera es un bien de relevancia local y, además, se dirigió al Ministerio de Cultura para que lo incluyera en el patrimonio nacional industrial. Mientras tanto, según recordó ayer Rubio, la inmobiliaria Guadalmedina, del grupo Ballester, compró a Altadis -antigua Tabacalera- un 49% del edificio. El Ayuntamiento y las empresas comenzaron negociaciones para que una parte del inmueble, la recayente a la calle de Micer Mascó, se pudiera derribar, con el objetivo de construir viviendas.

Según Rubio, desde ese momento y gracias a las gestiones de la alcaldesa, Rita Barberá, el edificio "dejó de tener interés para la Generalitat". Así, el informe de Patrimonio que avaló la modificación puntual del planeamiento en la manzana -protegida hasta entonces con nivel dos- permitía la desclasificación parcial del edificio. "¿Qué ha ocurrido para que un edificio que en 2002 era susceptible de ser protegido globalmente, considerado bien de relevancia local e incluido en el inventario del patrimonio industrial nacional ahora ya no lo sea?", se preguntó el concejal socialista, "¿quién es el técnico que ha elaborado el informe, el mismo que instaba a que el edificio se declarara bien de relevancia local o un técnico de la Administración General licenciado en Derecho; un funcionario de carrera o un interino al que alguien ha inspirado lo que tiene que informar?" Rubio dijo que en Valencia la protección o desprotección de un edificio singular cambia con facilidad "cuando aparece una operación urbanística" que le afecta. En el caso de la antigua fábrica de tabacos, añadió, las decisiones políticas propician "el mejor negocio que se ha hecho en Valencia en siglos", que ha sido "auspiciado e inspirado" por Barberá.

De ahí que los socialistas quieran conocer el expediente al completo. Algo que intentaron el pasado martes, cuando la diputada Cristina Moreno acudió con esa intención a la Consejería de Cultura. Como es habitual, se hizo acompañar por personas que conocen el caso, en este caso el propio Rubio y un funcionario del Grupo Socialista municipal. Pero en la consejería le dijeron que sólo estaban autorizados a ver el expediente ella y los "asesores acreditados del grupo parlamentario" pero no las dos personas que la acompañaban, a las que nadie pidió que se identificaran.

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