Susto en un pasaje tranquilo
Los empleados del Instituto Italiano de Cultura empezaron el día con miedo tras hallar una bomba a la puerta del trabajo
Eran las 7.45. Los primeros viajeros aparecían, alguno con su bici, en la estación de Renfe en la confluencia del paseo de Gràcia con la calle de Aragó, en Barcelona, con destino al trabajo. El tráfico no era intenso. Nada les hacía sospechar que cerca estaba el peligro. Un empleado del Instituto Italiano de Cultura de Barcelona tampoco esperaba comenzar su jornada con tan desagradable sorpresa. Al llegar a la entrada, tras pasar una verja y un pequeño jardín, observó una cafetera en la puerta de acceso al instituto, situado en el tranquilo pasaje de Méndez Vigo, 5, entre Aragó y Consell de Cent.
Lo primero que pensó el empleado fue que era una gamberrada de alguno de los chicos de enfrente, los que estudian en la Escuela de Secundaria Amaldi, situada también en el pasaje y ahora cerrada por vacaciones. Por suerte, se lo pensó dos veces y no tocó nada, "y ahora es nuestro héroe", relató otro empleado del instituto una vez pasado el susto. El hombre que descubrió el objeto sospechoso tiene 50 años y lleva 18 trabajando en la biblioteca del centro, que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores italiano. El funcionario no dudó en llamar a la policía, que acudió pasados unos 20 minutos, según un trabajador del instituto, y colocó una patrulla ante el acceso al pasaje desde la calle de Aragó.
El pasaje de Méndez Vigo, a escasos metros del paseo de Gràcia, fue inaugurado en 1868 -como reza escrito en hierro forjado en la verja de acceso-; también le llaman "el pasaje de los italianos", explica el mismo funcionario, porque al instituto y la escuela italianos se suma la Casa degli Italiani. En la entrada por Aragó aún quedan restos de pintura de una A enmarcada en un círculo. "Es parte de las pintadas de la manifestación de anarquistas del pasado 25 de junio que se convocó en la plaza de Urquinaona", explica el mismo empleado. El próximo sábado, creen, hay prevista otra. En todo caso, niegan haber recibido amenazas telefónicas o de otro tipo. "Nadie nos ha amenazado", señalan la fuente y el consulado italiano.
La señora de la limpieza es también una heroína. Se encontraba en el centro trabajando e igualmente vio la cafetera sospechosa: "Era una cafetera nueva muy grande, para hacer 10 o 12 cafés, con un reloj redondo y unos cables", dijo. Asustada, en ropa de trabajo, afirmó instantes después de suceder los hechos que quería volver a entrar al instituto "sólo para recoger las cosas y marchar a casa".
Mientras los artificieros trabajaban, el director del instituto, el bibliotecario, la señora de la limpieza y un profesor de la escuela de enfrente presenciaban a cierta distancia cómo actuaban los especialistas. La señora describía con lástima cómo murió el perro rastreador de explosivos: "El policía ordenó al perro estarse quieto, pero parece que movió la patita y tocó la cafetera". El artefacto explotó de inmediato, con gran estruendo, y cogió por sorpresa a todos. El can murió en el acto. El policía resultó herido leve por la metralla proyectada por el artefacto y fue hospitalizado en el Hospital Clínico de Barcelona, explicó más tarde el delegado del Gobierno en Barcelona, Joan Rangel.Franco Giordano, cónsul general de Italia en Barcelona, circulaba arriba y abajo móvil en mano por el pasaje. Un par de horas después de la explosión atendía a los medios. La zona siguía acordonada, pero la calle de Aragó no había sido cortada al tráfico.
Algunos profesores que permanecían en el exterior se mostraban intranquilos, mientras esperaban que llegaran alguno de los entre 50 y 60 alumnos que participan en los cursos intensivos de verano. Los que llegaban se quedaban blancos, como Ana, universitaria de 22 años, que sigue desde hace una semana un curso de lengua. "No puedo decir nada, ahora no me encuentro bien", decía temblorosa. Además del idioma, literatura y cocina italianas, el centro promueve diferentes manifestaciones artísticas. Para hoy estaba prevista una conferencia sobre la Divina Comedia. No se celebrará porque al menos durante un par de días el centro permanecerá cerrado por culpa de la cafetera bomba.
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