Rajoy insta al PP a "defender sus principios" y considera "resuelta" la crisis con Piqué

La "nueva etapa" del PP que Mariano Rajoy anunció que iniciará en septiembre queda constreñida por "tres mensajes" que el líder del PP trasladó ayer a la dirección ejecutiva de su partido. Son los siguientes: en el PP se está para "defender los principios y convicciones" de ese partido; los ciudadanos han decidido que el PP ahora tiene que hacer oposición, y ese partido seguirá oponiéndose "a la nueva política antiterrorista del Gobierno", y, tercero, el trabajo que debe ocuparles es "ganar elecciones" y, sobre todo, las próximas generales. Tras esos mensajes, Rajoy almorzó con Josep Piqué para dar por "resuelta", "zanjada" y "cerrada" la crisis y para analizar la situación en Cataluña.

Rajoy había anunciado ante el Comité Ejecutivo Nacional de su partido que en septiembre va a iniciar una nueva etapa, con ampliación de mensajes y más dedicación a la presentación de propuestas alternativas a las del Gobierno. Ese anuncio, aparentemente, dio pie a Josep Piqué para defender la nueva etapa con tanto entusiasmo que llegó a calificar a Ángel Acebes y Eduardo Zaplana de hombres del "pasado". Ayer aclaró su "error" con Rajoy en un almuerzo. Piqué ha decidido, según fuentes de su entorno, telefonear esta semana a Acebes y Zaplana para presentarles personalmente sus disculpas.

Para resolver la crisis, Rajoy no convocó ayer la reunión semanal de maitines, en la que tendrían que haberse visto las caras Piqué, Acebes y Zaplana junto a otros notables del partido. Convocó a primera hora un prolongado Comité de Dirección, que integran él mismo, Acebes, los portavoces parlamentarios Zaplana y Pío García Escudero, los seis secretarios ejecutivos, los asesores José María Michavila y Carlos Aragonés, el jefe de gabinete de Rajoy, Francisco Villar, y su jefa de prensa, Belén Bajo. Como cada lunes, Acebes compareció después ante la prensa.

La reunión se resume en los tres mensajes de Rajoy a su dirección. "El PP no va a renunciar a sus principios y convicciones, que son compartidos por muchos españoles", resumió Acebes. Este primer mensaje deja en barbecho, al menos oficialmente, la interpretación de que la nueva etapa incluiría algún nuevo periplo hacia el centro político. La explicación oficial es que el PP ya está en el centro con un "proyecto claro y conocido por los españoles".

El segundo mensaje de Rajoy también condiciona bastante las expectativas de cambio. Acebes contó que su líder recordó al Comité de Dirección que los ciudadanos, el 14-M, les encargaron hacer oposición y ésa es su "principal obligación democrática". Esa oposición no dejará de ser sistemática y dura en tres asuntos esenciales: el terrorismo, la política exterior y la defensa de España como única nación española. Acebes adelantó que llevar la confrontación política a esos tres asuntos les supondrá "ser acusados de intransigentes, radicales y fundamentalistas" por el PSOE.

"Es un profundo error el cambio en la política antiterrorista que ha hecho el Gobierno. ETA está crecida y reforzada por el incumplimiento flagrante y vergonzoso de la Ley de Partidos gracias al desestimiento del presidente del Gobierno y del fiscal general del Estado". Así resumió Acebes la nueva etapa en la oposición del PP a la política antiterrorista.

Tampoco habrá nuevo margen en política exterior: "Sería una irresponsabilidad no criticarla", zanjó Acebes, pues "el presidente del Gobierno es hoy un líder irrelevante y poco fiable, responsable de la pérdida de peso político de España en política internacional".

El tercer asunto en el que la oposición del PP no admitirá flexibilidad alguna es "la defensa de España" pues, según el número dos del PP, "estamos asistiendo al desmantelamiento de España". Tal cosa ocurre, según él, porque "hay reformas estatutarias en marcha que son reformas constitucionales encubiertas, y que pretenden que España deje de ser una nación para que lo sean algunas comunidades autónomas". Acebes mantuvo que éste es el caso de la reforma del Estatuto de Cataluña, que espera que no salga adelante porque "es inconstitucional". No es el caso del valenciano, que sí es constitucional, a su juicio. En todo caso, subrayó que el Estatuto valenciano, y cualquier otro, "podrá ser modificado en las Cortes Generales, el Congreso y el Senado, porque ésa es la sede de la soberanía nacional de España".

El último mensaje de Rajoy es que el trabajo del PP como partido de oposición es ganar elecciones, las municipales de mayo de 2007 primero, y luego las generales en las que él pretende desalojar a José Luis Rodríguez Zapatero de La Moncloa.