"Los gustos de la gente dictan cómo se hacen las producciones"

Los constantes retrasos han convertido a A Time To Love, primer disco de Stevie Wonder en diez años, en uno de los lanzamientos musicales más esperados del año. Y el vizcaíno Rafa Sardina (Gernika, 1968) es quien ha mezclado varios de sus temas. Es sólo el último logro de un productor, mezclador e ingeniero de sonido acostumbrado a trabajar con los más grandes. Ganador de siete premios Grammy, acaba de estrenar su propio estudio de grabación, After Hours Studio, en California.

Pregunta. ¿Cómo dio el paso del folk a las producciones de superventas como Luis Miguel?

Respuesta. Mi carrera empezó en Euskadi pero la he desarrollado más en Estados Unidos. Fui a Florida y luego a Los Ángeles, hace ya 15 años. Tuve la suerte de entrar en el mejor estudio del país, Ocean Way Recording, que me dio la oportunidad de trabajar con todos los grandes, desde Rolling Stones a Frank Sinatra, Natalie Cole, Black Crowes y Babyface, y también con Luis Miguel, entre otros. Son ya siete discos con él. Supongo que es una cuestión de tenacidad y trabajo. Pero nunca olvidaré las giras con Oskorri y Kepa Junkera, que fueron mi comienzo real en la música.

"Nunca olvidaré las giras con Oskorri y Kepa Junkera, que fueron mi comienzo"

P. ¿A quién le gustaría producir, dar un cambio beneficioso a su sonido?

R. Hay mucha gente con la que me gustaría trabajar. Entre ellos Sting, quien creo que se encuentra en un proceso de búsqueda desde hace un par de álbumes.

P. Como productor, ¿es partidario de dejar huella en el trabajo, o cree que hay que limitarse a grabar, a hacer lo que pida el artista de turno?

R. Es inevitable dejar huella en cualquier trabajo en el que te involucras. No creo que sea muy efectivo el productor que se deja llevar por lo que un grupo o artista le indica. Es una interacción constante en la cual ambas partes se benefician. Si no, se trata de una asociación equivocada.

P. Concretamente, ¿cuál es la función de un productor?

R. Recoge todas los facetas de hacer un disco: trabajar en la elección de repertorio, teniendo en cuenta el material más adecuado para el artista; dirigir las canciones en cuanto al estilo a seguir, tanto musical como sónico; asegurarse de que el artista dé el 100% en el proceso, ocuparse de los arreglos musicales, etc... Finalmente, entregar el producto a quien lo ha comisionado.

P. ¿Una buena producción, o una buena mezcla, puede hacer bueno un disco de canciones mediocres?

R. No es posible salvar de forma tan drástica un proyecto que se inicia con malas canciones.

P. ¿De qué trabajo está más satisfecho?

R. Un poco de todos. De mi trabajo en filmes como Any Given Sunday, con Al Pacino; de mi trabajo con The Doors (los miembros restantes del grupo, Ray Manzarek, Jon Densmore); con Alejandro Sanz, o mi reciente trabajo con Stevie Wonder.

P. Ya ha ganado siete Grammy, pero el premio que más se agradece no es el primero?

R. Sí, el primer reconocimiento es siempre el más agradecido, pero todos son importantes. Luego, un premio como un Grammy es tan solo una reafirmación de que estás haciendo las cosas bien. Los siete que he recibido, me han empujado a seguir duro con mis proyectos.

P. Desde Euskadi, ¿hubiera podido lograr el currículum que tiene?

R. Obviamente, nunca hubiese tenido la oportunidad de trabajar con artistas como Dr. Dre, Celine Dion, Counting Crows, Madonna o Moby. Estoy encantado de haber tenido este privilegio. Creo que algún día regresaré a Euskadi aunque me es difícil saber cuándo.

P. ¿Qué le parece la labor que se realiza en Euskadi?

R. Todo proyecto tiene su perspectiva y los gustos de la gente dictan en cierta medida cómo se hacen las producciones. Y luego, obviamente, las posibilidades económicas para afrontar el proyecto y contratar a ciertos profesionales, músicos, arreglistas, etc...