Mira quién habla también

¡Qué lengua, cielos! Va nuestro lehendakari y, como si le pesase mucho el periodo ese de interinidad silenciosa que ha tenido que tragarse hasta verse investido de nuevo, se ha puesto a largar por los codos. No sólo habla para decir que habla con Batasuna sino también para asegurar, será acusica, que el PSOE también habla no sólo con él sino también con Batasuna. Los deslenguamientos del lehendakari a propósito de que estuviera hablando con Batasuna le han sentado fatal al PSOE, que por boca de Blanco ha hablado para decir que de eso nanay, a lo que Ibarretxe ha respondido que no se desdice un ápice y que el PSOE mantiene al respecto una doble moral queriendo decir seguramente que el PSOE habla con dos lenguas, como solían decir los indios de las películas.

¿Creen ustedes que tratándose de hablar podía haberse abstenido nuestro Madrazo? Ni corto ni perezoso el líder de la izquierda (?) no sólo ha metido la lengua en el asunto para apoyar a su amo lehendakari y soltar que está convencido de que el PSOE y Batasuna hablan, vamos, que se están haciendo la corte, dicho sea en esos términos de Celestina que tan bien le cuadran a nuestro Monstruo de las Galletas (siempre quiere más galletas), sino que ha perdido el culo para hablar con Batasuna. Y, puestos a hablar, no ha faltado la propia Batasuna, es decir, un ventrílocuo de ese fantasma que no existe, que ha metido cuchara para sostener que ¡qué más les hubiera gustado que hablar! Con el PSOE, se entiende.

Sí, estimado lector, las cosas del hablar están un poco liadillas y resulta un tanto lamentable que el mes de vacaciones para muchos haya comenzado tan revuelto como el tiempo. ¿Quién habla con quién y también? Sorprende que Ibarretxe se lance a decir cosas que no son ciertas. Ya sabemos lo desvalorizada que está de un tiempo a esta parte la palabra de vasco, pero no creo que se trate de eso. Seguramente Ibarretxe necesita que el PSOE esté hablando con Batasuna para justificar que él mismo también lo está haciendo. Hay muchas maneras de hablar y no todas pasan por una mesa. Tal vez quieran decir eso el PSOE y el Gobierno cuando por boca de Blanco afirmaron: "Ni he autorizado, ni tengo información en relación con supuestos contactos entre el PSOE y Batasuna", frase que podría ocultar varias reservas mentales: a) Que no se necesite su autorización para hablar o que se esté hablando sin su autorización; b) Que no esté informado porque no le han informado o porque ha preferido no informarse; y c) que no sea el PSOE el que esté hablando con Batasuna sino el PSE, pues para eso rige cierta autonomía dentro del socialismo.

Que algo hay lo asegura el ventrílocuo de esa sombra que podría llamarse Batasuna cuando reconoce que se han dado múltiples contactos, pero sólo "a nivel personal". Hombre, no parece necesario revisar la historia del mundo para convencerse de la importancia que han tenido en ocasiones los contactos informales o, mejor dicho, personales, sobre los que curiosamente no habla la otra parte implicada y que muchos identifican como Egiguren, aunque puede que en este caso no estén sirviendo de mucho (pero tampoco de nada, ¿por qué habrían de darse si no sirvieran para nada? Resulta poco creíble que se hayan juntado para intercambiar recetas de verdel al alioli). Así las cosas resulta un tanto rara la contumacia de Ibarretxe a la hora de sostener que no son habladurías los contactos entre PSOE (¿PSE?) y Batasuna, porque parece que necesita llevarse bien con el PSOE y el PSE (insiste el PSE: llama a mi puerta no a La Moncloa) para no tener que contar con EHAK, que no es Batasuna, a la hora de gobernar, aunque necesite a Batasuna a la hora de normalizar. Sí, resulta un poco raro que todo quede en la esfera del mentís mientras PSE (y PSOE) hacen todo lo posible para estar a partir un piñón con Ibarretxe. Va a resultar que nadie hablaba con nadie, que se trata simplemente de uno de esos cursos de verano a los que todo el mundo se apunta para mejorar (!) la lengua.