Los forenses sacan cadáveres de King's Cross
Las listas de muertos identificados no empezarán a hacerse públicas hasta mañana
Los equipos de rescate que trabajan en condiciones extremas en el interior del túnel de King's Cross, el escenario más sanguinario de los cuatro atentados del jueves pasado en Londres, han empezado a retirar los cadáveres que todavía se encuentran allí. El sargento Gary Locker, experto de la Policía Británica del Transporte, no pudo determinar el número de cuerpos que se habían sacado ni los que podrían seguir atrapados entre los amasijos de hierros. Locker pidió paciencia y explicó una vez más que los trabajos se están realizando en unas condiciones muy difíciles y que los voluntarios siguen un metódico procedimiento que tiene como prioridad inicial su propia seguridad y la preservación de las pruebas forenses.
La policía sigue manejando las mismas cifras de muertos de los últimos días: 49 en total, de los que 21 corresponden a la bomba que estalló en el metro de la línea de Piccadilly que circulaba entre las estaciones de King's Cross y Russell Square. Las fuerzas de seguridad aceptan que puede haber todavía otros muertos no contabilizados en este túnel, aunque se niegan a especular con ninguna cifra. Desde el principio han seguido la regla de dar sólo información completamente verificada, sin importarles que les acusen de lentitud, y seis horas después de los atentados la cifra oficial de víctimas mortales seguía siendo de dos personas cuando era evidente que los muertos eran muchos más.
"Los trabajos de rescate son una tarea concienzuda y metódica debido a las condiciones del lugar", explicó ayer el sargento Locker, que lleva 27 años de servicio y ha participado en tareas de rescate de su cuerpo policial en el tsunami que azotó el sureste asiático la pasada Navidad, en accidentes ferroviarios como el ocurrido entre las estaciones de Ladbroke Grove y Paddington en Londres, en 1999, o el de Selby (North Yorkshire), así como accidentes de aviones pequeños.
"Es un trabajo bastante peligroso. Tenemos que cumplir toda una serie de normas de seguridad. Es todo bastante surreal allá abajo", dice. Locker explicó que los equipos de rescate están formados por voluntarios que trabajan en parejas. Suelen estar unas dos horas trabajando y una hora descansando. Acceden al lugar del accidente a través de vagonetas motorizadas desde la estación de Russell Square, más conveniente que la de King's Cross, porque tiene ascensores por los que se transporta con más facilidad el material utilizado y se facilita también la evacuación de los cadáveres.
Los equipos de rescate van equipados con vestimenta especial: botas, guantes, trajes de turbex, máscaras y cascos. Deben protegerse sobre todo de la contaminación de asbestos y otras materias que flotan en el ambiente. Al salir han de pasar un metódico proceso de lavado y descontaminación. "La seguridad es una prioridad absoluta porque, de lo contrario, no podrían cumplir el objetivo de su tarea: recuperar los cadáveres y restos mortales con la mayor dignidad posible y hacer acopio de todas las pruebas forenses que hay en el lugar", explicó.
Su tarea prosigue un orden metódico: buscar, localizar, fotografiar, filmar en vídeo, etiquetar, introducir en bolsas, transportar hasta la plataforma, extraer a la superficie. "Hacen fotografías y filmaciones de todo lo que encuentran porque hay que tener toda la información gráfica posible para el posterior análisis de las pruebas", detalla el sargento Locker.
La Policía Metropolitana se defendió ayer de las acusaciones de opacidad informativa, tanto sobre la investigación de los atentados como sobre el rescate y la identidad de las víctimas. "Los investigadores están haciéndose todavía una composición general de lo que ha ocurrido. Quieren tener un cuadro completo antes de dar una versión pública sobre lo que creen que pasó", declaró una portavoz policial. "Sólo han pasado tres días desde los atentados", se excusó.
También rechazó las acusaciones de caos en torno al número e identidad de las víctimas. "El proceso de identificación está en marcha y no esperamos que se empiece a hacer pública la identidad de los fallecidos identificados hasta el martes", dijo.
Detallado proceso legal
En todo caso, según explicó, ello está condicionado a un detallado proceso legal que no depende de la Policía Metropolitana, sino del juez especial que estudia las muertes en circunstancias anormales.
Aunque no se ha hecho público el nombre de ninguna víctima mortal, unos 60 oficiales de enlace están en contacto con las familias de los fallecidos sobre los que no existe ninguna duda de que han fallecido y también con aquellos que temen por la vida de sus seres queridos porque creen que estaban cerca de los lugares de los atentados en ese momento y desde entonces no han dado señales de vida. Personal del Ministerio de Exteriores atiende a los familiares de las víctimas extranjeras.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.