_
_
_
_
EL ENREDO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Cine de verano

1. YO, PISO. Basada en una novela de Isaac Asimov, Yo, piso narra una historia espeluznante. Todo comenzó con grandes hipotecas. Hombres y mujeres destinaban sus ahorros a la compra de un piso. Pronto los ahorros no fueron suficientes, y se recurrió a la deuda, y después a la deuda de los herederos. Los pisos se hacen los amos de la Tierra, y los seres humanos se convierten en sus esclavos. Todo ser humano trabaja para un piso desde que nace hasta que muere. Por si fuera poco, a causa de una luxación en la curvatura de espacio-tiempo, aparece una mutación: los minipisos. Una pesadilla.

2. El séptimo sello. Severa revisión del clásico de Ingmar Bergman. El protagonista es Federico Trillo, un caballero contemporáneo de talante medieval, que llega en patín de agua hasta una playa de Alicante. Inesperadamente, de entre los bañistas surge una figura espectral: la Dimisión. Para alejar el terrible espectro, Trillo desafía a la Dimisión a una partida de dominó. Mientras dure la partida, el político seguirá en activo. La película se convierte en una honda reflexión sobre la política. ¿Qué hay más allá de la dimisión? ¿Qué sentido tiene una carrera política si tontamente hay que dimitir por na?

'El séptimo sello'. Severa revisión del clásico de Bergman. El protagonista es Trillo, un caballero de talante medieval

3. Solo en casa. En el verano de 2005, Ángel Acebes queda al mando de la sede del Partido Popular, en Génova, 13. Unos malvados simpáticos y torpones, Josep Piqué y Alberto Ruiz-Gallardón, intentan aprovechar la soledad del pequeño Acebes para colarse en el interior del edificio. ¡Pero menudo es el niño! Se defiende con uñas y dientes, y además cuenta con la ayuda de un grupo rockero de última hora: Obispos con Visera. Una divertida comedia en la que queda por resolver el papel de Mariano Rajoy. Seguramente se aclarará la segunda parte.

4. Los 7 magníficos. En un poblado del sur de Europa, los lugareños viven reprimidos entre jueces tenebrosos y curas trasnochados. Un grupo de insurgentes decide contratar a siete mercenarios. Se trata de siete progres. Dos de ellos provienen de Ibiza, donde viven en una cueva desde 1973. No saben que murió Franco ni de la existencia de la televisión en color. Otra se ha leído el boom suramericano al completo. Siete veces. Y mantiene el repudio a Borges. Un auténtico hueso. Completan el grupo una pareja homosexual de ex seminaristas, y dos cantautores ex militantes de Bandera Roja, pero también ex liberales y ex socialistas cosecha 82. Los siete llegan al poblado a bordo de un R-4, fumándose unos porretes que tumban de espaldas. En cuanto los lugareños ven el panorama, contactan con una productora de televisión, venden los derechos del reality show y se forran.

5. El guateque. Simpatiquísima actualización de la magistral comedia que protagonizara el genial Peter Sellers, ahora con el no menos genial Carod Rovira en el papel protagonista. El guateque narra las desventuras de un personaje inadaptado, que va de desastre en desastre, de calamidad en calamidad. Es un personaje desconcertante. ¿Le mueve el deseo de ser aceptado o en realidad es un subversivo que quiere acabar con el sistema? En cualquier caso, es hilarante. Muy recomendable.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_