"El hombre no ha cambiado desde la antigüedad"

Pregunta. ¿Qué es el Instituto Valenciano de Estudios Clásicos y Orientales?

Respuesta. Es una fundación dedicada al estudio de las ciencias de la antigüedad. A través de varias vías. Una es este centro de estudios, que es una biblioteca con una base de datos de imágenes de la antigüedad enorme. La segunda es nuestra página web (www.fiveco.org), que dispondrá de numerosos textos clásicos libres de derechos para descargárselos. Y la otra son las publicaciones. Queremos hacer una línea de divulgación y otra más académica y compleja. Además, impartimos cursos, clases, seminarios...

P. ¿Qué le motivó a impulsar esta fundación?

R. En primer lugar, que la antigüedad vuelve a estar de moda (películas, novelas históricas...). Mi amor por la antigüedad me dio la idea de aprovechar el momento.

P. Las humanidades no pasan por buen momento.

R. Sí en las universidades, donde tienen un número de alumnos enorme. El problema es que no pasan por un buen momento en cuanto a los planes de estudio que se preparan como convergencia a los acuerdos de Bolonia. Creo que no se ha hecho una interpretación correcta de estos acuerdos, porque en otros países se mantienen estas carreras.

P. ¿Qué riesgos corremos si desaparecen?

R. Las ciencias humanas son el origen de todo lo demás. Estamos llegando a un momento en el que el analfabetismo funcional puede privar a la sociedad de los conocimientos básicos para acceder a los conocimientos profesionales necesarios. Si se descuidan las ciencias humanas, todo lo demás se vendrá abajo.

P. ¿Qué nos enseña el mundo clásico?

R. Nos enseña prácticamente todo porque el hombre no ha cambiado desde la antigüedad. Cuando se lee a algún clásico uno se da cuenta de que somos los mismos. Han cambiado las circunstancias, los aparatos, los beneficios de la ciencia... Hay una carta de un padre sumerio de 3.200 años antes de Cristo que le dice a su hijo, al que ha enviado a la ciudad a estudiar para ser escriba, que estudie, que no vaya con malas mujeres, que no se emborrache con cerveza de cebada... Eso nos demuestra que el hombre no ha cambiado.

P. ¿Las novelas históricas suelen ser fieles a la historia o por ser novelas no deben serlo?

R. Desgraciadamente, la mayoría no lo son. Aunque los hechos políticos suelen estar bien reflejados, es muy difícil, incluso para un especialista, conocer absolutamente todo de la vida cotidiana de la época. Pienso que las novelas deberían ser fieles a la historia en la medida de lo posible, aunque se puede hacer alguna concesión a la ficción, porque a menudo va a ser la única fuente de conocimiento de la historia para el lector. En la fundación estamos colaborando con la editorial Edhasa para hacer como un filtro de los manuscritos y transmitir la exactitud.

P. Usted realizó una tesis sobre el ejército de Alejandro Magno. ¿Por qué?

R. El hombre antiguo dedicaba la mitad de su tiempo a la guerra. Se ha estudiado tremendamente todo lo que hizo durante la paz, y sin embargo las épocas de guerra nos pueden enseñar no sólo sobre las cuestiones políticas sino sobre la demografía, la sociedad, la alimentación... Es una fuente muy valiosa para conocer el resto.

P. ¿Se sabe de qué murió Alejandro Magno?

R. Ya en la antigüedad surgieron diversos rumores porque sus herederos los lanzaron para hacerse con el imperio. Tras estudiar bastante a fondo sus últimos días en las diversas fuentes creo que murió de alguna enfermedad parecida a la malaria.