La UE inicia vuelos conjuntos de repatriación

El núcleo europeo ha decidido coordinar y reforzar cada vez más su política migratoria. "Quienes no tienen regularizada su situación no pueden quedarse", dijo el titular del Interior francés, Nicolas Sarkozy. Francia, España, Reino Unido, Italia y Alemania, los países que forman el llamado G-5 de la Unión para asuntos de Interior, adoptaron ayer una serie de medidas destinadas a fortalecer el control sobre la inmigración ilegal entre las que destaca la organización de vuelos conjuntos para devolver a su país de origen a personas en situación irregular.

La realización de patrullas conjuntas en el Mediterráneo e, incluso, la intensificación del control de las personas dentro del Espacio Schengen fueron otras medidas acordadas ayer.

Tras reunirse durante dos días en la localidad balnearia francesa de Evian, los ministros del Interior de Francia, Nicolas Sarkozy; Italia, Giuseppe Pisanu; Reino Unido, Charles Clarke, y España, José Antonio Alonso, y el director general de la policía alemana, Gunther Krause, que sustituía al ministro Otto Schilly, anunciaron ayer un catálogo de actuaciones muy precisas destinadas, en palabras del anfitrión, el francés Sarkozy, "a enviar una señal muy clara a los ciudadanos de que en nuestros países solo entrarán aquellos que tengan papeles".

La realización de controles dentro del Espacio Schengen y del Reino Unido no supone en ningún caso, como explicó el ministro español, que vaya a haber una involución respecto a las antiguas fronteras. Los controles, explicó, no se situarán necesariamente en los puestos fronterizos, sino también en aquellos puntos donde se sospeche que confluyan las mafias del tráfico de personas, como por ejemplo las entradas en las grandes capitales. "Se trata de que controlemos los espacios donde se detectan más movimientos migratorios ilegales", dijo Alonso.

Sarkozy, por su parte, quiso poner énfasis en la decisión de organizar vuelos conjuntos para expulsar a inmigrantes sin papeles, y aseguró que se trata de una iniciativa de su homólogo español. De hecho, se trata de la ampliación de un mecanismo ya existente a nivel bilateral entre los países del G-5, ya que España y Francia lo han hecho en el pasado, al igual que Italia y Alemania. Para Alonso se trata de una medida práctica que facilitará y abaratará el hasta ahora complejo y costoso sistema de repatriación. El ministro italiano, Giuseppe Pisanu, precisó que el sistema se pondrá en marcha en "cuestión de días". El G-5 ha decidido asimismo establecer una relación entre la disponibilidad de los terceros países a acoger los inmigrantes que sean repatriados y la concesión de visados.

A diferencia de la anterior reunión del G-5 en París, donde la atención se centró en la supuesta alarma que hubiera levantado el proceso de regularización masivo de inmigrantes que tuvo lugar en España, ayer en Evian el tema fue descartado con contundencia por Sarkozy. "Cada uno de nosotros ha hecho en algún momento de su historia una regularización de este tipo", dijo Sarkozy, "aquí no estamos pidiendo cuentas a nadie". El otro gran tema de trabajo en Evian ha sido el de los documentos de identidad biométricos.