Schröder pide chuletón y Chirac desata la ira británica

El canciller alemán, Gerhard Schröder, no quiso ayer decir "ni una palabra sobre conversaciones privadas", en referencia a los comentarios que hizo el presidente francés, Jacques Chirac, en Kaliningrado (Rusia) sobre la cocina británica.

"Sólo le digo una cosa: no soy amigo del salmón, así que espero que esta semana me pongan un chuletón como es debido. Estoy seguro de que me lo pondrán", señaló el canciller en una conferencia de prensa para presentar su programa electoral. "Tengo muchas ganas de ir a Gran Bretaña. ¿O debo decir Escocia?", le dijo Schröder a un periodista británico.

Durante una cumbre con Schröder y el presidente ruso, Vladímir Putin, en el enclave ruso de Kaliningrado, Chirac hizo una serie de comentarios irónicos sobre Reino Unido, que fueron desvelados por el diario Libération. "Claro que no se puede confiar en un país con una cocina tan mala. Después de Finlandia, Gran Bretaña es el país en el que se come peor", dijo el presidente francés en unas declaraciones que han provocado la ira de la prensa británica. El Elíseo, por otra parte, ha asegurado que las relevaciones de Libération "no se corresponden ni con el tono ni con el contenido de lo que se habló en Kaliningrado".

Los titulares de la prensa británica, azuzada además por la competencia en torno a la organización los Juegos Olímpicos de 2012 entre Londres y París, se desataron ayer contra el presidente francés. "Vulgar e inapropiado", escribe The Daily Express sobre Chirac, cuya actitud asegura que es "indigna de un jefe de Estado". El sensacionalista The Sun le llama "racista y mezquino".

La prensa finlandesa también ha salido al paso de los ataques de Chirac. "Sus comentarios sólo pueden explicarse porque no haya venido lo bastante a Finlandia o porque escucha demasiado a Silvio Berlusconi", ha escrito el diario Ilta-Sanomat.