VW, acusada de pagar prostitutas al comité de empresa
El Consejo de Administración de Volkswagen sobornó a miembros de su comité de empresa con los favores de prostitutas brasileñas para inclinar en su favor las decisiones de ese órgano, según sostiene el diario alemán Süddeutsche Zeitung.
Los sobornos incluyeron viajes en el avión de la empresa a Brasil y otros países para encontrarse con las mencionadas mujeres, pero también vuelos a Alemania en los que se desplazaban prostitutas de lujo procedentes del extranjero para ofrecer sus servicios a los miembros del comité de empresa. Esto ocurre "desde hace más de una década", asegura la fuente del Süddeutsche. Si las revelaciones del periódico se confirman, podrían hacer mucho daño al movimiento sindical alemán.
Estos viajes los aprobaba el mismo Consejo de Administración, que también daba el visto bueno a facturas de hasta 30.000 euros por los servicios de estas prostitutas. Algunas de estas facturas, que pasaban los empleados, llegaron a quedar bendecidas por la firma del propio Peter Hartz, jefe de personal de Volkswagen. Hartz, miembro del Consejo de Administración y amigo personal del canciller Gerhard Schröder, calificó ayer las acusaciones de "absurdas".
También según el Süddeutsche Zeitung, Helmuth Schuster, jefe de personal de la filial checa Skoda, y otros altos cargos de Volkswagen, tenían una red de empresas fantasma en Angola, India, República Checa, Luxemburgo y Suiza que se dedicaban a tratar de obtener contratos con Volkswagen. En esas empresas, reunidas bajo el paraguas de un holding llamado Impesa, con sede en Neuchâtel (Suiza), ponían a empleados de la misma compañía como testaferros.
Según el diario, Schuster se embolsó además tres millones de euros del Gobierno de una provincia de la India al que prometió instalar en ella una fábrica de Volkswagen. Por este escándalo ya han rodado tres cabezas: la de Schuster y Klaus-Joachim Gebauer, del departamento de personal, ambos despedidos, y la de Klaus Volkert, presidente del comité de empresa, que dimitió por sorpresa el jueves pasado y aseguró no tener nada que ver con el asunto.
La gran víctima del escándalo destapado por el Süddeutsche Zeitung podría ser el movimiento sindical alemán y el modelo de la cogestión, que consiste en la participación de los representantes de los trabajadores en las decisiones corporativas de las grandes empresas y que tiene muchos enemigos.
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