Los insurgentes secuestran al embajador de Egipto en Irak
Es el primer jefe de misión de un país árabe acreditado en Bagdad
El embajador de Egipto en Irak, Ihab el Sherif, fue secuestrado el sábado por la noche en Bagdad por hombres fuertemente armados sólo cuatro semanas después de que presentara sus cartas credenciales al presidente Yalal Talabani. El Sherif es el primer embajador de un Estado árabe acreditado en Irak desde la invasión del país en marzo de 2003. La insurgencia pone así de manifiesto su rechazo al apoyo que el Ejecutivo egipcio presta al iraquí.
El embajador egipcio -que accedió al cargo a comienzos de junio, 14 años después de que el régimen de Sadam Husein rompiera relaciones diplomáticas con Egipto por el apoyo de este país a la fuerza multinacional que expulsó al Ejército iraquí de Kuwait- salió de su domicilio en el barrio de Amiriya, en el oeste de la capital, para comprar un periódico el sábado por la noche y desde entonces se ignora su paradero. Hombres armados acorralaron con sus vehículos el coche del diplomático y le golpearon, según fuentes diplomáticas egipcias. El vehículo todoterreno de El Sherif, que servía como encargado de negocios en Tel Aviv (Israel) desde noviembre de 2000, fue hallado sin daños ayer por la policía.
No es el primer diplomático egipcio hecho rehén en Irak. En julio de 2004, Mohamed Mamduh Qutab, entonces encargado de negocios en la legación de Bagdad, fue secuestrado y liberado tres días más tarde sin pagar rescate alguno, según señaló el Ejecutivo de Hosni Mubarak.
Intencionalidad política
Caben pocas dudas de la intencionalidad política del secuestro de El Sherif, aunque los captores todavía no han hecho pública ninguna exigencia al Gobierno iraquí. Pero es evidente que a los insurgentes no les satisface el respaldo que el Gobierno egipcio presta al Ejecutivo de Ibrahim al Yafari, al que ven como una marioneta de Washington, que está presionando a los países árabes para que establezcan relaciones diplomáticas con Irak. El Cairo ha mostrado recientemente su disposición a enviar asesores en materia de seguridad a Bagdad para entrenar a militares y policías. Muchos de estos agentes también reciben instrucción en Egipto, país que ha enviado al Ejecutivo iraquí unos 70 vehículos blindados.
El Partido Islámico de Irak, que representa a la minoría suní, condenó a los captores y pidió la liberación inmediata del embajador. "El partido continuará siguiendo al detalle este caso hasta que el diplomático sea liberado", afirmó esta organización política en un comunicado.
El secuestro del embajador fue uno más de los incidentes violentos que cada día sufren los iraquíes. Ayer murieron al menos cuatro personas, tres de ellas policías, en un atentado con coche bomba cerca de Kirkuk, a 270 kilómetros al norte de Bagdad. El ministro de Industria y Minas, Othman al Nayafi, escapó a un intento de asesinato la noche del sábado cuando varios hombres dispararon contra el convoy en el que viajaba. El general Emad Nuredin salió ileso de un ataque con un vehículo cargado de explosivos en las cercanías de Kirkuk. Perdieron la vida dos de sus guardaespaldas. Y también eludió la muerte el general Abdul Husein Hamid Jalaf, cuya caravana fue tiroteada en Bagdad, aunque pereció un hijo del militar.
La intensificación de ataques en comisarías, cuarteles y centros oficiales ha costado la vida a 1.400 iraquíes en los dos últimos meses.
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