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Balza releva a su jefe antiterrorista, afín al sector crítico del PNV

El consejero vasco de Interior, Javier Balza, ha diseñado un nuevo organigrama en el Departamento para su tercer mandato, que él había intentado evitar a toda costa. Lo más llamativo de estos cambios está en el relevo de la actual cúpula antiterrorista. Según diversas fuentes, el actual director de la Policía de lo Criminal, Natxo Ormaetxe, un mando muy contestado, tanto internamente como por la oposición parlamentaria, fue relevado el pasado jueves. Ormaetxe está ligado al sector crítico del PNV, representado en la dirección por Joseba Egibar y Gorka Agirre. Al parecer, también sale de la dirección de lo Criminal Ángel del Río, uno de los máximos responsables policiales antiterrorista.

Diversas fuentes han asegurado a este periódico que este relevo en la cúpula tendrá repercusiones en los niveles medios de dirección de las dos áreas en que se divide el trabajo de investigación contra los delitos en la policía vasca: la Unidad de Información y Análisis (UIA), la unidad de investigación de élite contra el terrorismo y, en menor medida, en la Unidad de Investigación de lo Criminal (UIC). De hecho, cuando Balza inició a principios de 2002 la reforma del Servicio de Información antiterrorista de la policía vasca se especuló con la posibilidad de la unificación de la UIA y la UIC, algo finalmente desechado.

Balza situó entonces a un mando volcado en la lucha contra la kale borroka al frente del servicio de información. Fue la etapa más fructífera en la lucha contra la violencia callejera. Previamente a la llegada de este experto en violencia callejera a la cúpula antiterrorista, Balza ya había reforzado la unidad de élite de información, uno de los servicios "más politizados" de la Ertzaintza, según sindicatos y oposición. La unidad pasó de 269 efectivos a los actuales 372. Pero el trabajo interno con Ormaetxe se fue complicando y el citado mando abandonó la unidad a principios de 2004 para ocuparse de la seguridad de EITB.

Negociar con ETA

Ormaetxe ha sido durante muchos años el hombre en esa unidad del ahora sector crítico del PNV. Sus relaciones con el dirigente Gorka Agirre y su sintonía con el delfín de Arzalluz, Joseba Egibar, han impedido hasta ahora abordar su relevo. Ormaetxe es un crítico acérrimo de la Ley de Partidos, que posibilitó la ilegalización de Batasuna, y un defensor de la salida negociada. Es como si Balza quisiera marcar desde ya con qué equipo quiere contar para un mandato que le ha venido impuesto.

En septiembre de 2002, en una entrevista concedida al diario francés Le Monde, fecha para las que los 7.500 agentes de la Ertzaintza eran ya objetivo de la violencia etarra, Ormaetxe declaró: "El final de la violencia no se alcanzará solamente por la vía policial. ETA, se quiera o no, tiene un apoyo social suficientemente importante en la sociedad vasca. La única solución es un proceso de negociación". Aún no se había producido el relevo en el PNV, aunque Balza ya apostaba por la figura emergente en el partido, Josu Jon Imaz.

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