Un proyecto con buena estrella

El Gobierno eligió el Consejo de Ministros que celebró ayer en Mérida (Extremadura) -la tierra de la titular de Vivienda, María Antonia Trujillo- para poner de largo el nuevo plan sectorial, catapultado como uno de los proyectos estrella de esta legislatura en la campaña electoral de ZP, empeñado en acabar con unos precios disparatados y prohibitivos para los más jóvenes y para las rentas más humildes.

Desde esa perspectiva, Zapatero decidió crear -o mejor, recuperar- el Ministerio de la Vivienda, un departamento que tuvo su esplendor en el franquismo, llenando el país de pisos de protección oficial con el yugo y las flechas como referencia externa, y que Suárez abolió en 1977 para integrarlo en Obras Públicas, en el que ha permanecido bajo sus diferentes denominaciones (MOPT, MOPU, Fomento) hasta que en 2004 los socialistas volvieron al poder.

Ayer Zapatero y Trujillo, después de meses de echar pulsos con el sector, de recibir críticas por no concretar medidas y de no lograr que los precios de los pisos frenaran su frenético ritmo de crecimiento de los últimos años, recibieron una satisfacción. Por primera vez, los precios de la vivienda han experimentado un descenso importante en España, según la Sociedad de Tasación, aunque todavía crecen a una media superior al 10% anual.

Fue una buena noticia, fruto de la coincidencia, para el Gobierno un día como ayer, en el que aprobaba y presentaba el nuevo plan. Pero, además, según los responsables de la citada empresa de medición, se espera que esa tendencia a la baja marcada por los precios se consolide en los próximos trimestres y que el precio de la vivienda crezca al mismo ritmo que la inflación.

Es también una buena noticia para los ciudadanos, que en la actualidad tienen que dedicar más de dos terceras partes de sus rentas a pagar las hipotecas de los pisos en los que viven y es una de las causas de que más de la mitad de los hogares españoles tengan dificultades para llegar a fin de mes.