El Vaticano dice que la ley es "aberrante" y "no refleja la voluntad del pueblo español"

Los ministros del Vaticano criticaron ayer la ley del matrimonio homosexual. El cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, llamó a la objeción de conciencia, pues el matrimonio, indicó, "sólo se puede dar entre un hombre y una mujer". "Esto es la destrucción familiar"; "falsifica la condición humana", remachó el prelado. Otro ministro, el cardenal Renato Martino, presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, calificó la ley de "aberrante y contra natura" e incluso aseguró "que no refleja la verdadera voluntad del pueblo español".

El diario vaticano L'Osservatore Romano criticó las leyes española y canadiense que permiten el matrimonio gay porque se trata de "nuevos y violentos ataques contra la familia" que se hacen sin tener en cuenta "la viva oposición de muchos sectores de la sociedad". La Conferencia Episcopal Española (CEE) también manifestó su opinión mediante un comunicado: "Hoy han quedado eliminadas sistemáticamente del Código las palabras marido y mujer, de tal modo que el matrimonio, en cuanto unión de un hombre y una mujer, ya no es contemplado por nuestras leyes". Para los obispos se han aprobado dos leyes "injustas": una, porque concede a los gays los mismos derechos sobre el matrimonio y la adopción que al resto de las personas, de tal forma que "se deja de tutelar adecuadamente los derechos de los padres, de los niños y de los educadores"; la otra, porque se aligera el divorcio, por lo que la estabilidad del matrimonio "queda reducida a un contrato ligero que cualquiera de las partes puede rescindir en virtud de su mera voluntad a los tres meses de haberlo estipulado". "Ante esta penosa y grave situación es necesario confiar en que la sociedad española sabrá salir en defensa del matrimonio, de la familia y de los hijos. Es necesario oponerse a estas leyes injustas por todos los medios legítimos".

Algunos obispos, como el de Mondoñedo-Ferrol, José Gea Escolano, emplazó al PP a que se comprometa a derogar, si llega al Gobierno, la ley de matrimonios homosexuales porque, a juicio del prelado, "la sociedad está en contra". De la misma opinión es el arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, quien aseguró que "cambiar la estructura del matrimonio y al mismo tiempo extenderlo para todos es una maniobra contradictoria" que supone la "voladura controlada" de esta institución en España. "A ley inicua, objeción de conciencia", zanjó el cardenal López Trujillo.