El Parlamento navarro aprueba la Ley del Taxi horas después de que concluya la larga huelga en el sector

El Parlamento de Navarra aprobó ayer la Ley foral del Taxi, que permitirá duplicar el número de licencias ahora existentes en Pamplona y su comarca hasta alcanzar los 400 vehículos en un servicio público cuyo mal funcionamiento provocaba duras críticas de instituciones y ciudadanos. Los 221 taxistas de esa área, en huelga desde el 14 de abril, desconvocaron el paro horas antes de que la Cámara aprobara la ley y en vísperas del inicio de las fiestas de san Fermín.

El conflicto ha mantenido a 300.000 ciudadanos sin taxi durante dos meses y medio. A pesar de que no les satisface, los taxistas decidieron desconvocar la huelga horas antes de que fuera aprobada la ley. Recuperaron las llaves de sus vehículos, entregadas precisamente en el Parlamento Foral, y comenzaron a trabajar.

La ley unifica el servicio del taxi en Pamplona y los dieciséis municipios aledaños, impide la irrupción de empresas en el sector, fija un plazo de cinco años en el que los titulares no podrán transmitir su licencia (se pagan hasta 240.000 por una transmisión), permite la publicidad en los coches y la figura del asalariado en vacaciones y periodos de incapacidad, e incentiva la incorporación de la mujer, totalmente ausente en la capital navarra. De entrada, se sacarán a concurso 90 nuevas licencias de taxi.

Como señal de acercamiento, el Gobierno foral (UPN y CDN) y la oposición pactaron retirar el concepto de "índice mínimo", que soliviantaba a los huelguistas por el de "índice de referencia" y, sin renunciar a alcanzar los 400 taxis, el proyecto no concreta en qué plazos se llegará a esa cifra, aunque se vinculará a la demanda. Tras un estudio socioeconómico que se hará en 2007 y su aprobación por el Consejo del Taxi, órgano de nueva creación, se convocarán nuevas licencias siguiendo la referencia de 1,33 taxis por cada mil habitantes. El consejero de Transportes, Álvaro Miranda, volvió a recordar que la comarca de Pamplona cuenta con un taxi por cada 1.375 habitantes frente a una media española en áreas urbanas de un taxi por cada 350 personas.