Zapatero reafirma su confianza en Rabat para lograr una "solución urgente" en el Sáhara

Ni los incidentes de las pasadas semanas en El Aaiún ni el rechazo de sucesivas delegaciones españolas que han pretendido visitar la ex colonia han hecho mella en las "excelentes" relaciones de los Gobiernos de España y Marruecos, según constató ayer el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. Tras entrevistarse con el primer ministro marroquí, Driss Jettu, el presidente reafirmó su confianza en las autoridades de Rabat para "ganar tiempo", ya que "urge encontrar una solución política en el marco de la ONU" para el Sáhara. Zapatero anunció iniciativas para paliar el hambre en África.

"Siempre ha habido una relación de confianza [con Rabat] en este problema, y la vamos a mantener", dijo en otro momento Zapatero, subrayando el mensaje central de su intervención: confianza. Hasta al menos cinco veces repitió el presidente esa palabra durante la rueda de prensa conjunta con Jettu. "Tenemos una relación de confianza, de amistad", a la altura de "dos países vecinos con tanta historia en común, tantos objetivos compartidos y tanto futuro por delante", señaló también.

"Las relaciones son muy buenas, porque se habla con confianza, con absoluta sinceridad, se actúa con lealtad y se ponen sobre la mesa todos los instrumentos que se tienen para la cooperación y el desarrollo", afirmó, además, Zapatero, antes de declarar que "lo que quiere España es que Marruecos progrese cada día más".

Por diversas circunstancias, quedaron, no obstante, sin aclarar a los medios de comunicación cuestiones como la de si Rabat no se opone, al menos, a la propuesta española de que la Minurso, la fuerza de la ONU en el Sáhara, redacte un informe sobre los sucesos de estos días, o la de si apoya la iniciativa, asimismo española, de que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, designe cuanto antes un enviado especial para el conflicto.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que ayer se reunió en Malta, al margen de una reunión del Grupo Cinco Más Cinco, con su homólogo argelino, Mohamed Bedyaoui, insistió en que España y Argelia pedirán a Kofi Annan esa medida. La reunión hispano-marroquí en La Moncloa no produjo, en cambio, una declaración en ese sentido.

Los sucesos de El Aaiún

Jettu afirmó, por su parte, que "los sucesos de El Aaiún han sido magnificados, preparados", dijo incluso. Y describió las manifestaciones independentistas, por las que tres personas fueron condenadas el pasado lunes a penas de entre 15 y 20 años de cárcel, como concentraciones de "100 personas al máximo. Pero las cámaras estaban allí, y las televisiones dieron mucho espacio a los sucesos, especialmente en España", añadió el primer ministro.

Respecto a las delegaciones españolas rechazadas, Driss Jettu manifestó que, "como Estado soberano, Marruecos no puede aceptar hechos consumados, sobre todo de personas conocidas por su hostilidad hacia Marruecos y su integridad territorial".

Rodríguez Zapatero también se refirió a estas visitas frustradas para centrar la atención en las invitaciones cursadas desde Marruecos al Congreso y al Senado para que envíen sendas delegaciones al Sáhara occidental. "He trasladado el interés del Gobierno por el viaje de los parlamentarios, para que sea positivo y puedan desarrollar su actividad", declaró. Y agregó: "Creo que hay que hacer los viajes a través de ese cauce de diálogo que el Gobierno ofrece, y estoy convencido de que se podrán hacer con normalidad. Hay la confianza con Marruecos de que no habrá incidentes", declaró.

Jettu aseguró que el Gobierno marroquí "no pone condiciones" a esas visitas, porque "los parlamentos son celosos" de sus prerrogativas y a ellos, añadió, les corresponde organizar los detalles. Y reiteró "la disponibilidad de Marruecos a negociar con todas las partes, en el marco de la ONU, una solución definitiva y aceptable para todos". Por lo demás, Zapatero y su huésped prepararon la próxima cumbre hispano-marroquí, que se celebrará en septiembre en una ciudad española aún no seleccionada. Éste era, según el presidente, el objetivo fundamental de un encuentro en el que se habló, además, de la X Conferencia Euromediterránea, programada para noviembre en Barcelona, y se pasó revista a las relaciones bilaterales.

Inmigración legal y ordenada

El presidente reiteró su agradecimiento por la cooperación marroquí en la investigación de los atentados del 11-M y en el control de la inmigración, que ambos países, indicó, "queremos que sea legal y ordenada". "He constatado que en los cinco primeros meses de 2005 ha habido un esfuerzo cada vez mayor de Marruecos" para controlar ese fenómeno, dijo. Según Jettu, ha habido una reducción del 20% en la inmigración ilegal desde el sur para toda España, y del 40%, para Canarias.

Por otra parte, el primer ministro marroquí advirtió de que la sequía está dejando una "terrible hambruna" en el África subsahariana, y que eso aumentará la inmigración ilegal. Zapatero anunció "iniciativas urgentes para dar una voz de alarma a la comunidad internacional" sobre ese problema.

El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, explorará la semana que viene la situación en una gira por Mali, Senegal, Nigeria, Costa de Marfil y Gahna.

[El Frente Polisario recordó ayer a Miguel Ángel Moratinos que, en contra de lo que afirmó el miércoles en el Congreso, Marruecos no es la potencia administradora del Sáhara Occidental. Moratinos, reza una declaración del Polisario, "no ha debido de leer el dictamen del secretario general adjunto de la ONU para asuntos jurídicos, Hans Corell", de 29 de enero de 2002, que estipula que la potencia admistradora sigue siendo España. El dictamen señalaba también que España seguía ostentando la soberanía sobre el territorio, informa Ignacio Cembrero].