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Cerca de 70.000 inmigrantes residen en el País Vasco en una situación irregular

El Eustat calcula que la cifra "real" de extranjeros duplica a la del último padrón

Mikel Ormazabal

El aumento de la presencia de inmigrantes en Euskadi resulta "imparable", de forma que en los últimos cuatro años la cifra de extranjeros se ha multiplicado por cuatro, atendiendo a las últimas estadísticas oficiales. Los ayuntamientos vascos tenían empadronados a comienzos de este año a un total de 72.767 personas de otras nacionalidades, aunque en la comunidad autónoma residen casi otros tantos inmigrantes que aún no tienen regularizada su situación, según los datos ofrecidos ayer por el director del Eustat, José María Agirre. El último recuento estadístico, referido al año 2003, cifra en unos 13.000 los inmigrantes que llegan cada año a la comunidad autónoma.

El responsable del Eustat, que dirige un curso de verano de la UPV sobre inmigración, recordó que en 2000 los ayuntamientos vascos tenían registrados a "algo menos de 20.000 extranjeros", mientras que cuatro años después esa cifra casi se ha multiplicado por cuatro. Según el avance del padrón del País Vasco, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con datos a fecha 1 de enero de 2005, el número de inmigrantes empadronados se elevaba ya a un total de 72.767 personas.

Sin embargo, el padrón ofrece una visión incompleta de la inmigración. Agirre precisó que para conocer el alcance real de este fenómeno habría que multiplicar por dos la cifra de inmigrantes empadronados. Se trata de personas que carecen de un permiso de residencia o de trabajo para formalizar su empadronamiento. De acuerdo con este cálculo, en Euskadi vivirían unos 140.000 inmigrantes, lo que supondrían el 6,8% de la población vasca.

El crecimiento ininterrumpido de la inmigración en Euskadi, aunque aún muy lejos de los índices que registran otras comunidades, como Madrid, Andalucía o las del Levante, se ha disparado principalmente en el último lustro. El director de Inmigración del Gobierno, Omer Oke, quien también participó en el citado curso de verano, expuso que la cifra de 18.822 extranjeros censados en 2000 se dobló en apenas dos años (38.408 personas), hasta alcanzar el 1,2% de la población vasca. Los inmigrantes en situación regular suponen ahora el 3,4% de la población.

Por nacionalidades, explicó Oke, los ciudadanos colombianos son mayoría (el 14,01% del total de inmigrantes), seguidos por los ecuatorianos (10,45%), marroquíes (9,23%), portugueses (7,29%), rumanos (5,83%) y argentinos (3,87%).

La última estadística sobre movimientos migratorios elaborada por el Eustat revela que una de cada dos personas que entra en el País Vasco es extranjera. Así, en 2003, se contabilizaron 13.738 individuos procedentes de otros países -un 12,7% más que en el año anterior-, lo que supone el 48% del total de entradas en la comunidad autónoma. Desde 1988 se constata un considerable aumento de la entrada de inmigrantes. En términos absolutos, la llegada de extranjeros se ha multiplicado por 27 durante los últimos 15 años, al pasar de cerca de 500 entradas a las 13.738 de 2003. Una gran parte -4.098 casos- eran extranjeros provenientes de otras comunidades autónomas.

El responsable de Inmigración del Ejecutivo destacó que la sociedad vasca "no es racista", aunque todavía se producen "algunas manifestaciones de rechazo". "Más de la mitad de los vascos afirma que la llegada de inmigrantes afecta negativamente en la seguridad ciudadana", recalcó. A renglón seguido, reconoció que "más de un 60% declara que los inmigrantes permiten que la economía [vasca] funcione mejor porque ocupan los puestos de trabajo que no desea la población autóctona".

A su juicio, el acceso a la vivienda, el ejercicio pleno al derecho a la sanidad, la presencia de mujeres sometidas a redes de explotación sexual y las dificultades para hallar trabajo son las principales dificultades que encuentran los inmigrantes para su incorporación normalizada.

Saldo migratorio positivo

El País Vasco ha encadenado cuatro años consecutivos con saldo migratorio positivo. En 2003, llegaron 6.251 personas más de las que abandonaron la comunidad autónoma, según los últimos datos del Eustat. Por provincias, Vizcaya, con 4.020 personas a su favor, presentó el saldo más favorable en cifras absolutas y un aumento de un 17,4% con respecto al año anterior. Álava ganó 2.240 personas y Guipúzcoa perdió nueve.

El 8,2% de la población vasca realizó algún cambio de residencia, aunque el 70,8% de los movimientos fueron dentro de Euskadi.

El saldo migratorio con el resto de comunidades resultó negativo en 3.449 personas, mientras que con el extranjero fue positivo (9.700 personas más).

En total, se contabilizaron 173.734 cambios de residencia habitual en 2003, de los que casi la mitad fueron en del mismo municipio. Las comunidades que más población aportaron fueron Murcia, Castilla-La Mancha, Canarias y Asturias, y las que constituyeron un polo de atracción para los emigrantes Cantabria, Castilla y León, Madrid y Navarra.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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