Un serio varapalo judicial a la SEC

El Tribunal de Apelaciones en Washington acaba de tumbar la iniciativa para reformar los fondos de inversión. La sentencia supone un serio varapalo para William Donaldson, que en pocos días deja la presidencia de la SEC. La Corte considera que la autoridad reguladora no valoró los elevados costes que iba a acarrear los cambios a un sector que maneja unos 7,9 billones de dólares.

La SEC quería obligar a las gestoras de fondos a desprenderse de sus principales ejecutivos para establecer consejos de gobierno independientes

La Securities and Exchange Commision (SEC), la máxima autoridad bursátil de EE UU, saltó en junio del año pasado con una reforma que iba a obligar a las compañías que gestionan fondos de inversión a desprenderse de sus principales ejecutivos, para poder establecer consejos de gobierno independientes. En la práctica, eso iba a afectar al 75% de las firmas, que debían lanzarse a la búsqueda de directores externos para gestionar sus fondos. La iniciativa salió adelante con el apoyo de los dos representantes demócratas y la oposición de los dos republicanos.

Esos dos miembros díscolos de la SEC llevaron el caso ante la justicia, con el apoyo de las Cámaras de Comercio de EE UU y de firmas financieras de prestigio, como Fidelity o Vanguard, que pusieron el grito en el cielo contra la reforma. Fidelity, por ejemplo, gestiona en la actualidad 361 fondos de inversión, por un valor total de 947.400 millones de dólares. La legislación debía entrar en vigor a comienzos de 2006. Pero el juez Douglas Ginsburg, en una sentencia de 19 páginas, les da ahora la razón y pide a la SEC que revise su propuesta, para tener en cuenta las "consecuencias económicas" de la nueva regulación.

Alternativas republicanas

Además, el juez añade que la SEC debe considerar las alternativas planteadas por los dos representantes republicanos, Paul Atkins y Cynthia Glassman. Ha sido precisamente el choque de planteamientos de Donaldson con Atkins y Glassman lo que ha precipitado su salida del órgano regulador de la Bolsa estadounidense. Su cargo será ocupado, en principio, por el republicano Christopher Cox, una de las figuras del Congreso que se han postulado más favorables a la autoregulación y que ahora debe pasar por el examen del Senado.

Donaldson ha sido acusado, además, de lentitud en su respuesta ante el estallido de las irregularidades en los fondos de inversión, en quienes confían 59 millones de estadounidenses. El fiscal de Nueva York, Eliot Spitzer, le presionó para que adoptara medidas urgentes para proteger a los pequeños inversores ante los abusos que estaban aflorando en la industria, donde los fondos optaban por favorecer a sus grandes clientes.

La sentencia del Tribunal de Apelaciones no pilló a nadie por sorpresa, ante las críticas lanzadas en el sector contra la iniciativa abanderada por Donaldson. Pero esto no evitó que fuera calificada de decepcionante por varios expertos, que advierten de que este desenlace puede poner en compromiso otros reglamentos que está ultimando la SEC para proteger a los inversores y recuperar su confianza hacia los mercados.

La SEC está revisando ahora los detalles de la sentencia y está considerando cómo va a proceder para ajustarse a los términos de la misma. No está claro si la autoridad reguladora podrá modificar la reglamentación antes de que Donaldson abandone su puesto a final de mes. Su sucesor, Cox, evita hacer comentarios.