Núria Perpinyà relaciona niebla y locura en la novela 'Mistana'
La obra, de estirpe fantástica, es el tercer libro de la autora
Mistana es un pequeño pueblo donde se da un fenómeno meteorológico único. Hay niebla todo el año, una niebla y una humedad que afectan en grado sumo a sus habitantes y de las que nadie queda a salvo, ni siquiera en casa. Estas condiciones extremas forjan el escenario claustrofóbico, poblado además por un elenco de personajes con diversas patologías mentales, en que la escritora Núria Perpinyà (Lleida, 1961) ha situado una novela titulada precisamente Mistana (Proa).
Tras Un bon error y Una casa per compondre, Mistana es la tercera novela de Núria Perpinyà. Se trata de una obra de estirpe fantástica que se desarrolla en un espacio simbólico "donde las almas vivas se mezclan con las muertas", según escribe la autora. La historia arranca cuando hasta la aldea llega un joven meteorólogo que, aparentemente, está interesado en estudiar las singularidades de la niebla. Simbert se irá cruzando con los diversos habitantes del pueblo: un alcalde libertario y su esposa, deprimida; el loco Bert; la meretriz de las termas; una profesora de escuela que ha llegado a Mistana huyendo, como el meteorólogo, de su pasado; los niños que, quién sabe si gracias a la niebla o por escapar a su influencia, desarrollan una gran fantasía...
Perpinyà explica que la novela surgió de "tres enamoramientos". Por un lado, dos referencias geográficas concretas: la bruma celta de Avebury -"un lugar mágico y literario que se me quedó grabado en la memoria"- y el rumor del agua de deshielo que corre por los canalillos que cruzan Candelario (Salamanca) -"una pequeña Venecia"-. Por otro lado, su gusto por la tragedia griega, "donde está condensada toda la literatura occidental". Y finalmente, la curiosidad por una cuestión tratada tanto por científicos como por artistas y literatos: "la relación entre el paisaje, el clima y el alma humana".
Cada capítulo está titulado con una de las posibles cualidades de la niebla: Perdida, Ciega, Maligna, Etérea, Húmeda, Quieta, Demente, Menor, Tràgica. "Para mí, la niebla es un elemento muy familiar. Y me interesaba explicar que algo que para mí es mágico y que para algunos artistas ha sido la imagen de la puerta del cielo, para otra gente puede ser feo, angustioso, depresivo...", explicó Perpinyà. "Me gustan mucho estos contrastes, el perspectivismo según el cual una sola cosa puede ser vista y se puede explicar de muy diversas maneras. Como en un caleidoscopio, cada capítulo examina la niebla desde un punto de vista distinto".
Los habitantes de Mistana, en perpetuo contacto con la humedad y la falta de visión debidas a la niebla, sufren diversas demencias. La locura es el tema de fondo de Mistana. Y el lenguaje utilizado por Perpinyà deriva de las patologías de sus personajes.
La obra está escrita en clave simbólica. "En un primer nivel, me pregunto por qué, dadas unas circunstancias tan asfixiantes, los habitantes de Mistana no abandonan el pueblo. En un sentido más metafórico, el clima podría representar una guerra o una dictadura", afirmó Perpinyà, quien contrapone la aceptación del destino y la reacción de la voluntad.
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