"Enhorabuena a Ferrari"

"Hemos de darle la enhorabuena a Ferrari por preocuparse por la salud de todos los pilotos", fueron las irónicas, duras, palabras de Fernando Alonso unos minutos antes de dar una vuelta al circuito de Indianapolis y quedar engullido en los boxes, retirado como todos los componentes de los siete equipos que montan neumáticos Michelin. "Pido perdón a todos los aficionados por este lamentable espectáculo, pero no teníamos elección", abundó el asturiano. Alonso, líder del Mundial, leyó esas palabras de un folio donde tenía escrito un breve comunicado. Su representante, Luis García Abad, explicó en declaraciones a la agencia Efe que no está previsto que el asturiano haga más manifestaciones. Alonso, como el resto de pilotos, abandonó el circuito antes de que terminase la "farsa" de carrera que dirimieron los Ferrari con los Minardi y los Jordan.

El director general de la escudería Renault, el jefe de Alonso, Flavio Briatore, calificó con dureza el esperpento vivido en Indianápolis: "Es desolador. Poco importa que Ferrari gane los puntos, lo que es importante es el perjuicio que se ha causado a los espectadores, estoy desolado por ellos y por los aficionados de todo el mundo". Briatore aseguró que el problema generado era "de Michelin". Alguno de los espectadores, en los micrófonos de televisión, advirtió de su intención de "presentar una denuncia". Los aficionados dejaron prácticamente vacías las gradas del circuito mientras se disputaba la peculiar carrera. Antes de irse, algunos lanzaron a la pista botellas de agua, una de las cuales rozó en el coche de Rubens Barrichello.

Antes de que los pilotos escenificasen la decisión de retirarse, el italiano insistió en que "la seguridad de las personas es capital", y razonó que es absurdo que las escuderías inviertan "cifras millonarias en seguridad para luego salir a la pista en condiciones peligrosas". "Queremos correr, es nuestra obligación, pero no podemos hacerlo en esas condiciones", subrayó el director de Renault.

"Hay 50.000 espectadores aquí, y muchos más viendo la televisión. Por respeto al público hay que correr, aunque quizá no haya puntos para el Mundial, pero espero que lleguemos a algún acuerdo con la federación en poco tiempo", explicaba Briatore cuando aún se consideraba posible un arreglo. El italiano, en esos instantes, intentó aclarar algo la ceremonia de la confusión que se vivía en el paddock del circuito de Indianápolis: "Michelin nos sugirió que con estos compuestos de la calificación es mejor no correr, porque no se quiere poner en peligro la seguridad de los pilotos", dijo.

"Lo que preguntamos a Michelin es cuál sería la configuración idónea para correr, y ellos indicaron que lo mejor es la inclusión de una chicane antes de la curva 12", reveló Briatore, al tiempo que insisitió en la búsqueda de acuerdos hasta el momento final: "La FIA no está de acuerdo con la colocación de la chicane, así que también les ofrecimos la posibilidad de que los equipos de Bridgestone salieran por delante, porque aceptábamos el error de Michelin y que pagaríamos por ello. Por eso aceptaríamos gustosamente que Ferrari saliera desde la primera fila, y los Jordan y Minardi en las dos siguientes".