"El presupuesto de la facultad está estancado"

Trinidad Casasús (Mislata, 1959) es la primera mujer que ostenta el decanato de la facultad de Economía de la Universitat de València en cuarenta años de historia. También fue la primera directora en el Instituto de Economía Internacional tras una década de existencia. A la recién elegida decana, que es doctora en Matemáticas por esta universidad, no le molesta ser noticia por ser mujer aunque asegura que le resulta "curioso" que todavía se conciba en clave épica.

Dice llegar a la gestión del centro más voluminoso de la Universitat (más de 8.000 alumnos y 8 titulaciones) sin más aspiraciones que las eminentemente académicas pero lo cierto es que sus dos inmediatos predecesores han trascendido a otros ámbitos. Su antecesor en el Instituto, Aurelio Martínez pasó a ocupar la presidencia del Instituto de Crédito Oficial, adscrito al Ministerio de Economía, mientras que el anterior decano Enrique Villarreal es el secretario de Economía, Hacienda y Empleo, del PSPV-PSOE.

Casasús especifica que el primer lugar de la lista de sus prioridades lo ocupa la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Un proceso ineludible que engullirá algunas titulaciones. No obstante está esperanzada: "Si se hace bien puede ser interesante, porque pueden dejarse los posgrados que preocupen a la sociedad. Serán posgrados de calidad, con mucha demanda tanto de la gente de Valencia como para estudiantes de fuera", adelanta. Concreta que en su campo tenderán a desaparecer las titulaciones de segundo ciclo y opina que no habrá un único grado que englobe a Economía y Administración y Dirección de Empresas (ADE).

La transición ha pillado a Turismo en el momento en que aspira a ser una licenciatura, por lo que ahora contempla dos posibilidades: que sea un grado o que quede como apéndice de una ADE adaptada. Ante todo anhela que el proceso mantenga las particularidades de la facultad de Economía, como la docencia en inglés de algunos grupos.

Actualmente en su centro sólo hay clases experimentales en ADE-Derecho, aunque no por falta de voluntad del anterior equipo decanal, que ya contemplaba extender el modelo a otras titulaciones, pero que se frenó por el elevado volumen de estudiantes. "Supone un cambio tan grande, hasta de infraestructuras, que no podríamos implantarlo de una vez porque nos faltarían proyectores, ordenadores..." Calcula que la mitad de los docentes rehúsa al cambio.

De la facultad de Economía subraya cómo ha escalado en el escenario investigador: "Según un reciente estudio publicado en la European Economic Review, nuestro centro ha pasado del lugar 178 al 57 en investigación" Los ocho departamentos y doctorados tiran del carro de la I+D+i, además del Instituto de Economía Internacional, ubicado en la tercera planta del centro, que genera, matiza, el 40% de la investigación del mismo. Con este bagaje lamenta que "el presupuesto de la facultad esté entancado", debido, aclara, al compás de espera que afecta a todo el sistema universitario valenciano por la falta de renovación del Plan Plurianual de Financiación por parte de la Generalitat.

Le gustaría que su decanato fuera recordado como "el que propició un buen cambio de estudios, potenció la vida universitaria y social de la facultad". El interés por implicar a los estudiantes es un punto destacado de su programa. Entre sus compromisos con este colectivo destaca el de mantener reuniones trimestrales con la Asamblea de Representantes de Estudiantes y la creación de la Casa del Alumno, un espacio en la facultad para los estudiantes.

Confiesa que el reciente proceso electoral que culminó con su victoria por seis papeletas "ha levantado ampollas" en el centro pero que su intención es "limarlas". En cuanto que las dos aspirantes al cargo fueran mujeres y que además ambas hubieran formado parte del equipo del anterior decano se debió al azar, o quizá a los tiempos que corren, en ningún momento, puntualiza, hubo consenso previo.