Duran apuesta por huir de los debates identitarios y centrar la política en los "problemas reales"

Josep Antoni Duran Lleida no duda de que Cataluña sea una nación, pero ayer, en la clausura del congreso extraordinario de Unió Democràtica (UDC), alertó del riesgo de que los políticos catalanes se enmarañen en debates de carácter identitario y aparquen la resolución de "los problemas reales de la gente". "Muchos catalanes", advirtió, "no tienen Cataluña como su referente nacional". No obstante, el líder democristiano demandó un auténtico esfuerzo a los dirigentes políticos para sacar adelante la reforma estatutaria, cuyo éxito puso en entredicho por los "criterios restrictivos" del PSOE.

Ante poco más de medio millar de delegados de Unió, que ayer aprobaron con el 90% de los votos la reforma de los estatutos internos del partido, Duran realizó una intervención de tono marcadamente social, no sólo reivindicando la validez del discurso democristiano sino en sus críticas al tripartito de izquierdas y al Gobierno socialista. No obvió tampoco referencias al asunto que marca la agenda política de los últimos meses, la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña.

Duran pidió a los dirigentes políticos catalanes que no centren sus debates en los temas identitarios, por ejemplo en la definición de Cataluña como nación porque, aseguró, muchos catalanes no comparten esta idea. Eso podría fomentar, alertó, el voto negativo en el referéndum en Cataluña sobre el nuevo Estatut, una vez aprobado en el Parlament y ratificado en las Cortes. Duran Lleida, en cambio, reclamó que los esfuerzos de la clase política catalana, y especialmente los del Gobierno tripartito, vayan encaminados a atender las demandas sociales. "No servirá de nada que el Estatuto defina Cataluña como una nación si el Gobierno no se ocupa de los problemas reales de la gente", demandó el líder de Unió y secretario general de la federación nacionalista.

Pero hasta la aprobación del nuevo Estatut queda mucho camino. Y el horizonte, a ojos de Duran Lleida, aparece cargado de nubarrones. Tantos que no dudó en augurar el fracaso de estas reformas por la insistencia del PSOE de recortar las demandas de los partidos catalanes y por su autoridad sobre el PSC. "Es incompatible el interés de Cataluña con los intereses del PSOE y ésta es la única razón por la cual muy posiblemente, y me gustaría muchísimo equivocarme, no habrá Estatut y haremos todos el ridículo", proclamó. Con esta argumento, Duran salió al paso de las reiteradas afirmaciones de los dirigentes del PSC que acusan a CiU de poner en dificultades la consecución de las reformas estatutarias por sus posiciones maximalistas. El líder de Unió, en cambio, achacó las culpas al PSOE, sobre todo después de que el PSC, con la aquiescencia del Partido Popular, expusiera esta semana en la ponencia parlamentaria una propuesta de "compactación" de las competencias que fue interpretada por el resto de los grupos como un intento de recortarlas. A pesar de su pesimismo, Duran exhortó a los políticos a ponerse de acuerdo antes de la fecha límite, el 31 de julio. "Entonces será caixa o faixa", sentenció.

Ayer, el propio presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, también reclamó "calma" y "moderación" en el proceso de elaboración del Estatut porque, dijo, hay otros temas con más prioridad encima de la mesa.

Duran Lleida, en su intervención, no citó a Maragall pero si al Gobierno que preside y, además, con términos muy duros. Denunció su ineficacia, sectarismo, su falta de credibilidad y su mal gobierno. Por este motivo, animó a las bases democristianas a engranar la maquinaria interna para las próximas elecciones autonómicas ya que el recambio sólo se producirá en unas elecciones, desmintiendo así una posible pinza de CiU y Esquerra Republicana en el Parlament.

El congreso de Unió de ayer sirvió para modificar los estatutos del partido. Estos cambios dificultarán la presentación de candidaturas alternativas a la actual dirección. De ahí que los delegados de las juventudes democristianas optaran por abstenerse en la votación, ya que los nuevos estatutos acaban con las listas abiertas.