La polémica de los Mossos divide a Unió y Convergència

La difusión de un documento anónimo sobre una presunta depuración de mandos en la policía autonómica catalana ha dividido a los dos partidos de la federación nacionalista, Unió y Convergència. Mientras que los convergentes apuestan por explotar al máximo esta polémica en beneficio político, los democristianos ven en la estrategia de sus socios un error de bulto, sobre todo por el momento elegido para su filtración. Ayer, en su discurso ante el congreso de Unió, Josep Antoni Duran Lleida pasó de puntillas sobre este escándalo y se limitó a reclamar, en tono muy poco incisivo, explicaciones al Gobierno catalán al tiempo que reiteraba su confianza en el cuerpo policial. Similar análisis hizo posteriormente en rueda de prensa.

Los democristianos consideran que Convergència ha escogido un mal momento para difundir el informe, pues apostaban por influir mediáticamente en la "pinza" entre socialistas catalanes y populares por el posible "recorte" de competencias. "Esta documento ha echado a perder una oportunidad de oro cuando hubiéramos podido denunciar hasta el hartazgo la voluntad del PSC de recortar el Estatut", se lamentaba ayer un alto dirigente de Unió y parlamentario.

Mientras que los democristianos mantienen un elocuente silencio sobre el caso, ayer el portavoz de Convergència, David Madí, ex secretario de Comunicación que tuvo que dimitir por el escándalo de las encuestas falsificadas, reclamó la dimisión de la consejera de Interior, Montserrat Tura.