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Trabajo plantea que el cese de una subcontrata sea motivo legal de despido

La empresa podrá pactar con los comités las causas objetivas para rescindir un contrato

Lucía Abellán

El Gobierno pretende flexibilizar el despido en los contratos indefinidos para fomentar el empleo fijo frente al temporal. El Ministerio de Trabajo ha propuesto a los sindicatos la posibilidad de que las empresas puedan despedir a trabajadores fijos cuando su situación económica sea adversa, unas condiciones que se establecerían mediante la negociación colectiva. La medida, de momento en estudio, cuenta con el rechazo sindical. El Ejecutivo propone también que las contratas y subcontratas puedan despedir a su personal si la empresa de la que dependen interrumpe la actividad.

La negociación entre Gobierno, patronal y sindicatos para pactar una reforma laboral ha entrado en una fase decisiva. Con la proximidad del verano, que en principio se fijó como fecha tope para concluir la negociación, el Ministerio de Trabajo está acelerando los contactos para lograr un acuerdo que reduzca la temporalidad en el mercado laboral (afecta a un tercio de los trabajadores). De momento, las posiciones son distantes, aunque Trabajo confía en avanzar antes de que comiencen las vacaciones.

Frente a las reuniones tripartitas iniciales, el Gobierno está celebrando encuentros bilaterales para agilizar el diálogo. Esta misma semana se ha reunido con UGT y Comisiones Obreras, a quienes ha presentado unas propuestas que consideran "bastante insuficientes". Trabajo propone facilitar el despido de un trabajador fijo cuando la empresa en la que desarrolla su actividad atraviese un mal momento.

Sujeto al diálogo

Esa posibilidad está ya recogida en el despido objetivo (por circunstancias económicas), pero han de ser los tribunales quienes lo decidan. Con la propuesta de Trabajo, empresas y sindicatos pactarían mediante negociación colectiva las condiciones en las que una compañía puede recurrir a esa práctica (por ejemplo, si registra pérdidas durante un periodo). Fuentes sindicales rechazan esta posibilidad, aunque de momento ninguna propuesta está cerrada, sino sujeta al diálogo, precisan fuentes de Trabajo.

El ministerio ha lanzado otra propuesta similar para las contratas y subcontratas. Estas empresas podrán recurrir al despido objetivo (sin necesidad de indemnizar al empleado) si la empresa principal que les proporciona trabajo decide rescindir la actividad con las subsidiarias.

Además de estas nuevas facilidades para el despido, el ministerio mantiene su propuesta de extender a los nuevos contratos la indemnización de 33 días por año trabajado, reservada para fomentar la inserción laboral de algunos colectivos. Sin que desaparezca la regla ordinaria de 45 días por año, Trabajo persigue generalizar esa fórmula, a la que ahora se acogen principalmente jóvenes, mujeres subrepresentadas y empleados cuyo contrato temporal se convierte en fijo.

El Gobierno pretende acabar con la bonificación que incentiva la conversión de un temporal en un indefinido, pues en la práctica el contrato eventual se convierte en el instrumento ordinario de inserción laboral. Trabajo sugiere establecer un periodo transitorio para percibir la bonificación de forma que se elimine el remanente de temporales.

Los sindicatos consideran muy tímidos los avances realizados en regulación de subcontratación. Los negociadores piden definir qué se considera actividad principal de una empresa (imposible de subcontratar) y cuál es complementaria, una distinción que hoy resulta muy laxa.

El Ejecutivo se reunirá el lunes con la CEOE. Los empresarios aún no han presentado ninguna propuesta por escrito, aunque han lanzado varias ideas, entre ellas abaratar un 20% el despido para las empresas con menos de 50 trabajadores, aumentar la capacidad del empresario para despedir y suprimir la necesidad de autorización administrativa en los expedientes de regulación, según fuentes de la negociación.

De izquierda a derecha, Cándido Méndez, José María Cuevas, José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Solbes, José María Fidalgo y Jesús Caldera antes de la reunión mantenida el pasado jueves previa a la cumbre de Bruselas.
De izquierda a derecha, Cándido Méndez, José María Cuevas, José Luis Rodríguez Zapatero, Pedro Solbes, José María Fidalgo y Jesús Caldera antes de la reunión mantenida el pasado jueves previa a la cumbre de Bruselas.EFE

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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