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Un nuevo caso de presunta pederastia sacude al Casal del Raval

Dos detenidos por supuestos abusos a un niño de 12 años

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido en Barcelona a dos hombres acusados de cometer abusos sexuales con un menor de 12 años inscrito en el Casal dels Infants del Raval. Uno de los detenidos trabajaba como voluntario en este centro, en el que captó al menor. Este casal ya se vio salpicado hace ocho años por una supuesta red de pederastia, que no fue probada finalmente, y que se saldó con la condena de dos personas. Uno de ellos, Xavier Tamarit, fue cofundador del Casal dels Infants del Raval.

Los presuntos pederastas detenidos son Ángel Rodrigo B. A., de 27 años, de nacionalidad ecuatoriana y colaborador voluntario del centro de menores, y José María H. P., de 45 años y nacionalidad española, que tiene "un antecedente por corrupción de menores y agresión sexual", según informaciones del Cuerpo Nacional de Policía, fechado en 1996.

Fue el propio centro, situado en la calle de Junta de Comerç, el que detectó la situación. Gracias a una educadora empezaron las investigaciones que permitieron arrestar a los dos presuntos pederastas. A esta educadora le extrañó que el menor llevara unos pantalones y unas zapatillas nuevas, ya que los menores que frecuentan el centro pertenecen a familias de nivel económico bajo, explican los responsables del centro. Al ser preguntado por si había robado las prendas, el menor confesó que, al igual que una videoconsola, se las había regalado Ángel Rodrigo B. A., dijo ayer el propio centro y confirmó la policía.

Los regalos, prohibidos

Las normas internas del Casal d'Infants del Raval prohíben al personal hacer regalos a los menores y relacionarse con ellos fuera de las actividades programadas. El menor relató el pasado lunes a la educadora que el detenido no sólo se había ganado su confianza debido a los regalos que le daba, sino que lo había llevado a su casa, donde habría abusado sexualmente de él.

Con el fin de comprobar la veracidad de las acusaciones, el centro esperó a que el menor las ratificara el martes. Ya con la seguridad de que eran verosímiles, se puso en contacto con la familia del menor. Finalmente, la denuncia fue interpuesta el pasado miércoles por la familia y ese mismo día fue detenido el monitor del Casal d'Infants.

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Ángel Rodrigo B. A. llevaba poco tiempo en el centro. Estaba en el paro y acudió 14 tardes al centro de menores del Raval desde que fue aceptado como ayudante, hacía dos meses. Allí daba clases de informática o de refuerzo de las asignaturas del colegio.

Además, el supuesto pederasta habría puesto en contacto al niño con su casero, José María H. P., de 45 años. De acuerdo con la declaración del menor, este último también habría abusado de él en su casa, relató el niño a los investigadores.

Fuentes policiales aseguran que a ambos arrestados les unía una relación laboral, ya que Ángel Rodrigo hacía recados para algunas empresas de José María H. P. El menor dijo a la educadora que el casero detenido pagaba al monitor del centro por conducirle hasta su casa.

Tanto la policía como los responsables del Casal d'Infants sostienen que los supuestos abusos sexuales habrían empezado en fechas recientes.

La policía registró los domicilios de los detenidos. Allí no encontró imágenes de corrupción de menores, pero intervino material pornográfico, un ordenador, una cámara de vídeo, un ordenador portátil y una agenda electrónica.Rosa Balaguer, directora del centro, se confesó ayer desolada. Además, anunció que el Casal dels Infants del Raval tiene intención de personarse como acusación personal en el juicio contra los dos detenidos.

Para evitar que se repitiera el escándalo de 1997, el centro fijó unas pruebas de acceso mucho más estrictas para sus ayudantes, según explicó. Éstos deben pasar desde entonces por una presentación, una extensa entrevista personal y dos cursos de formación antes de empezar a prestar sus servicios.

Desde que se instauraron las pruebas, han sido rechazados 49 aspirantes y unos 2.000 han sido aceptados. "Fue muy hábil", dijo Balaguer refiriéndose al monitor del centro del Raval.

Para extremar el control, un profesional contratado y titulado supervisa el trabajo en cada uno de los grupos. Por último, se insiste en que los trabajadores no mantengan ningún tipo de relación con los menores fuera de las actividades del centro.

La directora reconoció ayer que el detenido pasó sin problemas todas las pruebas de acceso. En la entrevista afirmó que en Ecuador, país del que es natural y desde el que llegó a España hace siete años, había trabajado con niños. Balaguer reconoció ayer que el centro no comprobó la veracidad de esas afirmaciones y lo justificó refiriéndose a la inexistencia de indicios negativos. "Si tenemos la más mínima sospecha, desechamos al aspirante y ya está".

El detenido era una persona abierta y mantenía buenas relaciones con el resto de los ayudantes del centro, afirmó Balaguer. Según la directora, los trabajadores recibieron la noticia de las detenciones con total estupefacción.

Los responsables del casal sostienen que los abusos empezaron "en fechas recientes" y descartaron que el detenido hubiera intentado abusar de otro menor del centro.

"Vino a buscar una víctima"

La directora del Casal dels Infants del Raval no duda que el detenido acudió al centro ya con la intención de abusar de un menor. "Vino a buscar una víctima fácil y no sabemos adónde quería llegar".

Sin embargo, Rosa Balaguer se mostró partidaria de "intensificar y mejorar" los mecanismos de selección y opinó que sería necesario trabajar "más a fondo" para prevenir a los niños y "hablarles con claridad" para que puedan detectar cualquier irregularidad.

Para Balaguer, es también necesario formar a las familias para que puedan descubrir posibles abusos sexuales, así como a los voluntarios que acuden a la entidad.

El escándalo sexual que sacudió Barcelona en 1997 también salpicó al Casal dels Infants del Raval. Aunque en un principio se habló de una red internacional de pederastia e incluso de padres que alquilaban a sus hijos para que fueran sometidos a agresiones sexuales, sólo dos personas fueron condenadas. La Audiencia de Barcelona impuso a Xavier Tamarit y a Jaume Lli 66 y 17 años de cárcel, respectivamente. Luego el Tribunal Supremo elevó a 124 años la pena de Tamarit, que había sido cofundador del Casal dels Infants.

En aquel momento se acusó a algunos padres de formar parte de una red que hacía posible que estos dos pederastas abusaran de sus hijos. Al final, los padres fueron absueltos.

En el verano de 2004, cuando esperaba en la cárcel el juicio por el caso Raval, Tamarit fue juzgado por violar y someter a vejaciones a dos menores magrebíes, de siete y nueve años, en una casa que la familia del procesado tenía en Canet de Mar (Maresme).

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