"Es el momento de ser feliz, otra vez, en el teatro"

Cristina Rota (Buenos Aires, 1945) llegó hace 27 años a una España "verdaderamente gris". Tenía un amplio bagaje como actriz en su país, pero aquí se ha prodigado más en tareas de producción, dirección y enseñanza. Tras experiencias esporádicas, El zoo de cristal, de Tennessee Williams, con un reparto que incluye a su hija María Botto y a Luis Tosar, supone su regreso definitivo a los escenarios.

Pregunta. ¿Por qué ha estado 25 años un tanto apartada de los escenarios?

Respuesta. Cuando llegué a España trabajé en tres obras y luego, visto el panorama, decidí retirarme. Había hecho unas 50 obras de teatro y sido muy feliz trabajando, pero con tres hijos y exiliada en un país donde no se tenía ninguna referencia de qué era ese exilio de Argentina, el panorama era complicado. Vi que había un rechazo de la profesión a todos los que llegábamos de fuera. Eso me hizo sentir muy incómoda e infeliz en el trabajo. Necesito sentir que la función social que realizo es útil. Ahora que sí me ofrecen cosas, es el momento de ser feliz, otra vez, en el teatro.

P. Dicen que lo más difícil para un actor es hacer reír. En El zoo de cristal lo habrán tenido muy fácil.

R. Eso son clichés. Es muy difícil hacer reír, conmover, hacer llorar. Provocar emociones, en general, sin que uno se entere ni de por qué, es fácil; provocar cualquier emoción y que el público sepa por qué las tiene, es difícil.

P. Ha dicho que al teatro español "tiene un bache de 40 años".

R. Cuando yo llegué aquí, buscaba libros y no los encontraba. Igual que la danza y todo lo que es expresión cultural, el teatro ha pasado 40 años de censura. Hay que recuperar la memoria de lo que pasó, para que los traumas se disuelvan.