Un tribunal ordena el ingreso en prisión del fundador de Daewoo
Kim se entrega tras permanecer seis años fuera de Corea del Sur
Un tribunal de Seúl ordenó ayer el ingreso en prisión del fundador del disuelto imperio empresarial Daewoo, Kim Woo-Choong, que hace dos días regresó a Corea del Sur tras permanecer seis años en el extranjero, fugitivo de la justicia. Kim, de 69 años, está acusado de varios delitos, entre los que destacan los de fraude contable, malversación de fondos y evasión de divisas, mientras dirigía el grupo Daewoo antes de su quiebra en 1999.
Kim Woo-Choong, que regresó voluntariamente, fue detenido en el aeropuerto de la capital coreana, procedente de Vietnam, uno de los países que le acogieron ese tiempo, y fue conducido a las oficinas de la Fiscalía General para tomarle declaración. El empresario está acusado de un fraude contable valorado en 41 billones de wones (unos 33.000 millones de euros), sobre cuya base pidió un préstamo ilegal de nueve billones de wones (más de 7.200 millones de euros), y por la evasión de divisas al extranjero por un monto de 25 billones de wones (casi 20.000 millones de euros).
El conglomerado industrial Daewoo, que llegó a ser el segundo más importante del país, fue segmentado debido a esas gestiones ilegales practicadas a raíz de la crisis financiera que sufrió Corea del Sur a finales de 1997.
La bancarrota y hundimiento de Daewoo dejó una deuda unos 66.000 millones de euros. Kim aprovechó un viaje de inauguración de una fábrica en China en octubre de 1999 para evadir la justicia que ya se cernía sobre él y no volver a pisar suelo de Corea del Sur hasta ahora.
A su llegada, Kim pidió perdón y manifestó su intención de asumir toda la carga judicial derivada de sus acciones en el pasado. "He vuelto para asumir mi responsabilidad. Estoy muy apenado por lo ocurrido con Dae-woo", dijo. Aunque se encontraba rodeado de periodistas, seguidores y airadas víctimas de sus manejos económicos, Kim fue inmediatamente abordado por los agentes de la fiscalía, que procedieron a su detención.
La llegada de Kim ha abierto un debate entre quienes destacan la aportación del empresario al desarrollo económico del país, y sus críticos y víctimas de la quiebra de Daewoo, que exigen un castigo ejemplar.
Además del proceso penal, Kim habrá de afrontar una veintena de juicios civiles, principalmente presentados por entidades bancarias surcoreanas.
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