La OTAN pide a Turquía el informe de la comisión del Yak-42

El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, ha reclamado al ministro de Defensa turco, Vecdi Gonul, el envío del informe elaborado por la comisión internacional, presidida por Ankara, que investigó el accidente del Yak-42 en Tabzon (Turquía), en el que perdieron la vida 62 militares españoles el 26 de mayo de 2003.

Este es el primer paso que da el secretario general de la OTAN tras la conversación el pasado día 9 en Bruselas con el ministro de Defensa español, José Bono. De Hoop evitó entonces aceptar compromisos sobre el accidente aéreo y se mostró frío con los argumentos del Gobierno español ("Soy el secretario general de la OTAN, no un juez", dijo).

La versión que tras el encuentro ofreció Bono fue distinta. Aseguró haber encontrado un clima de entendimiento y aliento a sus peticiones de responsabilidad de NAMSA, la agencia de la OTAN que gestionó el transporte de los militares a Afganistán. "He hablado con el secretario general y he recibido su apoyo para que España pueda tener no solamente buenas palabras, sino la palabra responsable de quien fue el primero en la carrera de contrataciones", en referencia a NAMSA, que puso en marcha una cadena de subcontrataciones con seis eslabones. En todo ese proceso se perdió el seguro de 75.000 dólares por pasajero.

Dos días antes, la agencia aceptaba por primera vez su responsabilidad en el caso por no controlar el seguro, ni las subcontrataciones. La admisión de responsabilidad figura en una carta que el director de NAMSA, Kart-Heinz Münzner, remitió al jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz. Pero la carta también subraya que la responsabilidad de control no fue sólo suya, sino compartida con el Ministerio de Defensa, que dirigía entonces Federico Trillo-Figueroa. "España no ejercitó su derecho a inspeccionar los aviones o documentos relativos a éstos como le permitía el contrato", señalaba la misiva.

El informe requerido ahora por el secretario general de la OTAN concluye que el siniestro fue fruto de una serie de factores encadenados, entre los cuales el cansancio de la tripulación resultó el más relevante.