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El distrito de Gràcia convertirá su centro en peatonal

El distrito barcelonés ya cerrará dos islas al tráfico en septiembre

Coches en Gràcia sí, pero sólo los de los vecinos; nada de cruzar el barrio de paso. Es lo que persigue el ambicioso Plan de Movilidad elaborado por este distrito barcelonés, que consiste en la creación de 28 supermanzanas peatonales en las que sólo podrán entrar los vehículos de los vecinos. Las dos primeras islas, ubicadas en el centro de la vila, se cerrarán en septiembre. El objetivo final es dar prioridad a los viandantes y las bicicletas.

Las dos primeras supermanzanas peatonales son las comprendidas entre la Travessera de Gràcia y las calles de Providència, Torrent de l'Olla y Torrent de les Flors (C2 en el mapa adjunto); y Còrsega, Travessera de Gràcia, Gran de Gràcia y Torrent de l'Olla (B1). También a partir de septiembre se cerrará parcialmente el área C6, en el barrio del Coll. Más allá de estas islas, el concejal de Gràcia, Ricard Martínez, reconoció ayer que la entrada en funcionamiento de las 25 restantes no tiene fecha. "Será en el próximo mandato", afirmó durante la presentación del Plan de Movilidad.

Las islas peatonales se cerrarán por tres puntos con pilones como los que ya existen en algunas calles de Ciutat Vella. Los vecinos podrán activarlos mediante una tarjeta magnética. Además de los residentes, también podrán circular por el interior de estas zonas restringidas los autobuses de barrio, los servicios urbanos y vehículos de emergencia, y los camiones y furgonetas para carga y descarga, en horarios determinados. La velocidad máxima permitida será de 10 kilómetros por hora.

Aparte del propio cierre de tráfico, la creación de las supermanzanas supondrá también la reurbanización de parte de las calles incluidas en su perímetro, que serán pavimentadas de nuevo igualando los actuales niveles de calzada y acera, un modelo que ya existe en tramos de la calle de Verdi y en el entorno del mercado de la Abaceria. En esta primera fase, las calles que se nivelarán son las de Bruniquer, Ciudad Real, Terol, Or y Ramón y Cajal, además de Torrent de les Flors y Providència, comprendidas en el programa de mantenimiento.

Menos espacio para aparcar

La entrada en funcionamiento del nuevo sistema de movilidad también implicará la desaparición de las plazas de aparcamiento en superficie que existen dentro de las islas peatonales. Las dos primeras, por ejemplo, suman 300 plazas. "Tendrán que ir a aparcar fuera del perímetro, en las calles perimetrales, que no se modifican, o en aparcamientos subterráneos", respondió ayer el concejal del distrito a la pregunta de dónde podrán aparcar los vecinos afectados. Sin embargo, recordó que el Plan de Movilidad se desarrollará en paralelo a la construcción de tres aparcamientos -en Gran de Gràcia, el Coll y Vallcarca-, con un total de 630 nuevas plazas.

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Ricard Martínez también insistió en que el modelo de movilidad al que aspira el distrito no persigue tanto "eliminar los coches en general" como erradicar los "trayectos de vehículos que están de paso" y encaminarse hacia un "barrio dotado de una mayor estructura social".

En este sentido, abundó en que las restricciones de tráfico irán acompañadas de medidas para facilitar la conexión entre espacios públicos, la promoción de los corredores comerciales, los caminos escolares y la circulación de bicicletas. Para éstas, el distrito creará itinerarios que no coinciden con los principales ejes de viandantes. Según los cálculos del distrito, el resultado en el núcleo antiguo será la inversión de la actual ocupación del espacio público: los coches pasarán de dominar el 54% al 25%, mientras que los peatones saltarán del 46% a dominar el 75%.

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