_
_
_
_
Aulas

Tres maestros reciben los Premios al Mérito en la Educación de Andalucía por proyectos de integración social

Una asociación para atender a familias de discapacitados y el coordinador de Escuelas de Paz, entre los galardonados

La Consejería de Educación ha concedido los Premios al Mérito en la Educación de Andalucía a los maestros José Tuvilla, coordinador del Plan Andaluz de Educación para la Cultura de Paz y Noviolencia, y María Edita Villamarín, coordinadora y primera responsable del Centro de Educación permanente Juan Ramón Jiménez de Algeciras (Cádiz), así como a Isabel Guirao, orientadora y fundadora de la Asociación A toda Vela, de Almería. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, entregó ayer los galardones en la Escuela de Arte de Almería. También han sido distinguidos con placas la Sociedad Andaluza de Educación Matemática Thales, el instituto Llanes de Sevilla y el colegio Lex Flavia Malacitana de Málaga.

Isabel Guirao, almeriense de 46 años, trabaja con personas con discapacidad intelectual en la asociación A toda Vela y ha recibido este galardón por el compromiso y la labor desarrollada con la creación de esta asociación. A toda Vela nació en 1997 para hacer más fácil la vida a las familias con algún miembro con discapacidad intelectual.Un grupo de cinco amigas, todas funcionarias, entre quienes se encontraba Isabel Guirao, hicieron posible la asociación, dos tenían hijos con discapacidad. Lo que entonces era un proyecto, hoy es una asociación con 9 trabajadores y 102 voluntarios que atienden a 135 personas con discapacidad de la provincia que están asociadas y a una veintena más que no lo están.

Para esta funcionaria de Educación significa mucho también que sus dos hijos se haya sumado a A toda Vela con ilusión como voluntarios. Guirao insiste en que "la diversidad nos enriquece a todos" y explica que sus hijos siempre han estado en centro de integración.

José Tuvilla, otro de los premiados, nació en Guadix (Granada) hace 47 años y en 1979 conoció Escuela y Paz, una publicación belga, cuyo editor vendió toda su editorial para llevar la Declaración Universal de Derechos Humanos por todo el mundo. Fue entonces cuando se convenció plenamente de que "había que poner la educación al servicio del mundo" y escribió en la Revista Andarax en 1980 su primer trabajo titulado La escuela al servicio de la humanidad.

Se sumó después a la Asociación Mundial Escuela Instrumento de Paz y tuvo ocasión de conocer a dos personas que lo marcaron mucho: el poeta belga Albert Chartrain y el francés Jacques Mülhethaler, quien lo invitó a un congreso sobre derechos humanos en Sevilla.

Desde entonces, Tuvilla ha trabajado como maestro y como coordinador del Plan Andaluz de Educación para la Cultura de Paz y Noviolencia, contribuyendo de forma decisiva al desarrollo de la educación para la paz, los derechos humanos y la democracia en los centros educativos de Andalucía.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Para él este reconocimiento debería ser "una medalla itinerante, porque no es un mérito individual, sino colectivo". "Hay que contagiar la paz y tenemos que coger el testigo de quienes creyeron que el mundo tiene que ser más habitable", añade. "En Andalucía, los centros educativos están preparados para ilusionarse y los educadores cada vez creen más que se puede hacer un mundo mejor", aseguró.

También recibió una medalla María Edita Villamartín, quien está al frente del centro de educación adultos de Algeciras.

"La educación de adultos ha cambiado mucho", afirma María Edita Villamartín quien recuerda que "hace veinte años el reto de la educación de adultos se centraba en la alfabetización y hoy en día, la alfabetización no es la gran batalla porque existen otros aspectos como el idioma, la formación sociocultural o la integración de los inmigrantes".

"Empezamos a trabajar con la comunidad senegalesa, pero poco a poco se han ido sumando inmigrantes del Este de Europa, que al igual que los primeros necesitan el idioma para integrarse en la sociedad", dice Villamartín. "Hay inmigrantes que para desarrollar su trabajo como comerciantes ambulantes necesitan el permiso de conducir, pero primero tienen que conocer el idioma", explica. Edita Villamartín ha querido dedicar el galardón a dos profesores del centro algecireño desaparecidos, José Pineda y Angel Santos, quienes según aseguró "merecían este premio tanto o más que yo".

En su trayectoria profesional, esta profesora ha coordinado el proyecto europeo Grundtwing, dedicado a la atención educativa de la población en riesgo de exclusión social, en colaboración con Italia y Rumanía. Su principal compromiso en la actualidad es el de la atención educativa de las personas inmigrantes en el Campo de Gibraltar.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_