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Un total de 26 ayuntamientos cambian de color en dos años con la polémica urbanística de fondo

Los socialistas pierden una docena de alcaldías, seguidos del PP, con nueve menos

Cristina Vázquez

Un total de 26 ayuntamientos valencianos sobre más de 500 han cambiado de partido en el gobierno apenas dos años después de las elecciones de 2003 por la presentación de mociones de censura, según datos del Ministerio de Administraciones Públicas (MAP). El transfuguismo o la recomposición de alianzas entre partidos, movidos en muchos casos por los intereses urbanísticos, han variado los gobiernos locales de Benicàssim, Nàquera o San Fulgencio. Las mociones han perjudicado a los socialistas, que han perdido 12 alcaldías, seguidos de los populares, con nueve.

En Nàquera, los "intereses del cemento" estuvieron detrás de la moción
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Seis casos de transfuguismo desde 2003, según el MAP

El Ministerio de Administraciones Públicas presentó el pasado mes de marzo a propósito de la comisión de seguimiento del Pacto Antitransfuguismo suscrito en 1998 un informe con las mociones de censura que se habían producido desde mayo de 2003, fecha de los últimos comiciones municipales, con especial atención a estos casos. Según datos del ministerio, en España 138 municipios han cambiado de alcalde en los dos años transcurridos desde las elecciones, en 49 de estos casos con la ayuda de tránsfugas.

En este ránking, la Comunidad Valenciana aparece en los puestos de cabeza, con 28 mociones -consistorios como los de Monòver o San Fulgencio han registrado dos mociones en sólo dos años de mandato-. En este baile de gobiernos locales, algunos consumados a las pocas semanas o meses de crearse la nueva Corporación municipal, los socialistas son los más perjudicados. En apenas dos años, el PSPV-PSOE ha perdido 12 alcaldías al prosperar las mociones, seguida del PP, con nueve, el Bloc o L'Entesa, con dos perdidas, según el MAP.

Bétera, Puçol, La Font de la Figuera o Nàquera fueron los casos más tempranos en este proceso de vaivenes políticos. En julio de 2003, apenas un mes después de la constitución del nuevo Consistorio en Bétera, el PP arrebataba a Juan José Baudés, del Bloc Nacionalista Valencià (BNV), que había sido elegido alcalde con los votos del PSPV, l'Entesa y los independientes de UPIB, la vara de mando después que estos últimos apoyaran la moción promovida por los populares. En el trasfondo estaban las disensiones entre el alcalde y sus socios de UPIB a la hora de nombrar a su equipo de gobierno.

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En Puçol, todos los grupos de la oposición desplazaron de la alcaldía al socialista Josep Maria Ibarra tras 25 años en el gobierno local y colocaron al frente del Consistorio al edil de L'Entesa, Juan Manuel Bustos, expedientado por su propia formación por esta acción. Bustos alegó "desgobierno" y la "paralización del Plan General de Ordenación Urbana" como origen de la moción. En la Font de la Figuera, el PP arrebató la alcaldía a L'Entesa con el apoyo de los independientes.

Pero los casos más sonados, donde el urbanismo ha jugado un papel de primer orden en el cambio de color del gobierno municipal, se han producido en poblaciones como Benicàssim, Nàquera,San Fulgencio o El Campello.

A mediados de 2004, el socialista Francesc Colomer fue desalojado de la alcaldía de Benicàssim tras prosperar la moción presentada por la Asociación de Residentes y Veraneantes de Benicàssim (ARB), apoyada por el PP. El equipo entrante, presidido por Manuel Llorca, fue increpado entonces por el público con alusiones al urbanismo y a los intereses de un grupo inmobiliario.

En Nàquera, los "intereses del cemento", en palabras de los socialistas, estuvieron detrás de la moción promovida en septiembre de 2003 contra el alcalde Francesc Arnal, del PSPV. El PP, con el apoyo de Unión Valenciana, se alzó con la vara de mando municipal. Detrás de la crisis, un polémico proyecto urbanístico en la partida de Les Fontanelles.

En el Ayuntamiento alicantino de La Romana, el PP, con el apoyo de una concejal del grupo de independientes, desbancó en abril de este año al socialista Enrique Rizo, del PSPV, en favor del popular Manuel Hernández. En el transfondo del cambio en el gobierno municipal se encuentra el futuro modelo urbanístico de esta localidad del Alto Vinalopó de apenas 2.000 habitantes. Los socialistas acusan al gobierno entrante de "intentar respartirse el botín", mientras los populares afirmaban que el equipo saliente paralizaba el desarrollo.

Otros municipios como los de Agrés, El Verger, Torreblanca, L'Alcudia de Crespins, Meliana o Benicarló, comenzaron el mandado con alcaldes del PP, pero ahora son presididos por otras formaciones políticas. En Benicarló, el grupo socialista que lidera Enrique Escuder, apoyado por el Bloc, desbancó hace dos meses al popular Jaime Mundo. En Torreblanca, el nacionalista Josep Vicent Rubert desplazó de la alcaldía al PP una vez fue posible el pacto entre el Bloc y el PSPV, que se buscó sin éxito tras las elecciones de 2003. Ambas formaciones compartirán la alcaldía.

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Sobre la firma

Cristina Vázquez
Periodista del diario EL PAÍS en la Comunitat Valenciana. Se ha ocupado a lo largo de su carrera profesional de la cobertura de información económica, política y local y el grueso de su trayectoria está ligada a EL PAÍS. Antes trabajó en la Agencia Efe y ha colaborado con otros medios de comunicación como RNE o la televisión valenciana À Punt.

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