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Reportaje:CRÓNICA VERDE

Las sombras del litoral

Ecologistas en Acción denuncia la mala calidad ambiental de 96 enclaves costeros

En los primeros días de junio, y desde hace cinco años, los ciudadanos que piensan acudir a alguna de las numerosas playas que salpican el litoral andaluz pueden razonar su decisión consultando el informe que Ecologistas en Acción publica referido a la calidad ambiental de un buen número de enclaves costeros (http://www.ecologistasenaccion.org). No se trata de evaluar las condiciones higiénico-sanitarias de las playas, que son competencia del Servicio Andaluz de Salud, sino de ofrecer información complementaria como el grado de urbanización, el respeto al paisaje o la gestión de los residuos.

Atendiendo a estas variables, Ecologistas en Acción ha concedido este año 34 banderas negras: Cádiz (13), Almería (9), Málaga (5), Huelva (4) y Granada (3). Además 62 puntos negros, donde los impactos son de menor calado.

- Almería. Ocho de las nueve banderas negras de la costa almeriense son producto de la urbanización desmedida que sufren las playas de Vera, Cala Invencible (San Juan de los Terreros, Pulpí), Macenas (Mojácar), El Agarrobico (Carboneras), Aguamarga (Níjar), Serena Sur (Roquetas de Mar) y bahía de San Miguel (El Ejido). En la mayoría de los casos, el crecimiento del espacio construido no se corresponde con la capacidad de suministro eléctrico o de agua potable, la disponibilidad de zonas verdes y aparcamientos, o la existencia de plantas de depuración de aguas residuales. La novena bandera negra se otorga al entorno costero de la central térmica de Carboneras, por sus emisiones de gases contaminantes. Los puntos negros se localizan en el tramo costero Aguadulce-Roquetas de Mar (sometido a una gran presión urbanizadora), el puerto de Garrucha (por los residuos del tráfico de embarcaciones y, en particular, las que cargan yeso) y el sector de Villaricos afectado por una planta de cogeneración.

- Cádiz. El urbanismo salvaje y los vertidos incontrolados justifican la mayoría de las trece banderas negras gaditanas. La proliferación de urbanizaciones, hoteles, paseos y edificaciones ilegales, ha deteriorado la calidad ambiental de playas como las de El Ancla y La Inmaculada (El Puerto), de la Luz (Rota), La Barrosa-Novo Sancti-Petri (Chiclana), Roche (Conil), El Palmar (Vejer) y Atlanterra (Tarifa), mientras que el vertido de aguas residuales, o la presencia de agentes contaminantes procedentes de la industria o el tráfico de petroleros, causa graves alteraciones en las playas de Camarón, Cruz del Mar y Regla (Chipiona), Caños de Meca (Barbate), El Carmen (Barbate), Los Lances (Tarifa), Isla Verde (Algeciras), Los Barrios (Acerinox y la central térmica) y el litoral gibraltareño. Los 19 puntos negros de la costa gaditana se reparten entre Sanlúcar de Barrameda, Chipiona, Rota, El Puerto de Santa María, Cádiz capital, San Fernando, Conil, Tarifa, Algeciras, Los Barrios y San Roque.

- Granada. Las numerosas urbanizaciones proyectadas en Almuñecar justifican, en opinión de los ecologistas, la concesión de una bandera negra a la totalidad de las playas de este municipio. Las otras dos banderas van a parar a la playa de Cantarriján, por la circulación incontrolada de vehículos, y a la del Pozuelo (Albuñol), por la proliferación de invernaderos y sus residuos. Además, también se citan, aunque en este caso se señalen como puntos negros, determinados enclaves de Salobreña y Motril.

- Huelva. Las banderas negras van a parar, en esta provincia, a las playas de Cartaya, sometidas a un proceso urbanizador desproporcionado, las de Isla Canela (Ayamonte), igualmente afectadas por edificaciones y otras obras que han alterado sus valores naturales, y las de Punta Umbría, que en su tramo urbano también sufren el impacto de los ladrillos y los vertidos sin depurar. También se citan diferentes puntos negros en Isla Cristina, Palos de la Frontera y Almonte.

- Málaga. Aunque esta provincia recibe tan sólo cinco banderas negras, los ecologistas advierten que esta decisión "no se debe a que las playas malagueñas se encuentren mejor este año, sino, más bien, a que la gran mayoría de esta costa se puede considerar irrecuperable". Los enclaves que concentran la preocupación de este colectivo son los de Calaceite (Torrox), por las urbanizaciones; Las Chapas (Marbella), por la presencia de aguas fecales y las construcciones ilegales; Fuengirola (litoral oeste), por la presión del puerto deportivo y pesquero, así como por el vertido de aguas sin depurar, y Huelin (Málaga capital), por la proliferación de chiringuitos. El número de puntos negros se dispara en esta provincia hasta alcanzar los 24 (casi el 40 %) repartidos entre los municipios de Benalmádena, Mijas, Torrox, Vélez, Rincón de la Victoria y Marbella.

Un azul dudoso

En cierta medida, la campaña de Ecologistas en Acción nació para neutralizar la buena imagen que obtenían algunas playas andaluzas gracias a las denominadas "banderas azules" que otorga la Fundación Europea para la Educación Ambiental. Los criterios que se utilizan para conceder esta distinción han recibido numerosas críticas, ya que se centran más en los servicios que en la calidad ambiental, hasta el punto de que la Unión Europea decidió retirar su apoyo a esta iniciativa en 1999.Aún así, las "banderas negras", advierten desde Ecologistas en Acción, "no pretenden ahuyentar el turismo, ni simplemente castigar a los ayuntamientos que mantienen la mala calidad de sus playas o consienten determinadas agresiones urbanísticas". El objetivo último de la campaña de este colectivo es que "los ayuntamientos asuman este requerimiento convencidos de que una costa en perfecto estado de salud ambiental es el mayor y mejor atractivo turístico que pueden ofrecer". De hecho, y aunque el informe de los ecologistas se centra en los enclaves que presentan una mala situación, también se citan algunas iniciativas que merecen el elogio. Por ejemplo, en el caso de Huelva se destacan las actuaciones para impedir el acceso de vehículos a motor en espacios particularmente delicados, como la zona de Nueva Umbría o las dunas fósiles de Mazagón, un ejemplo a seguir en otros muchos tramos litorales donde no se controla la circulación de motos, quads y automóviles todo-terreno, una práctica recreativa cada vez más extendida. Incluso se reclama una cierta limitación en los recorridos a caballo, que pueden causar un cierto impacto cuando se localizan en las frágiles crestas de los sistemas dunares.

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