La ruleta del 'bajo coste'

La estrategia en busca del chollo pasa por suscribirse a los boletines de las compañías y en reservar con mucha antelación si se quiere viajar en fechas calientes. Pero fuera de los periodos de más movimiento de viajeros, como los fines de semana o en los días de salida y regreso de las vacaciones, la ecuación "a mayor anticipación en la reserva, precio más bajo" que sirve de promoción a compañías de bajo coste como Easyjet y Ryanair no se cumple, y quienes comparan las tarifas aéreas con la ruleta de un casino no andan muy descaminados: un billete que costaba 20 euros puede triplicar su precio en unas pocas horas, mientras que otro que un mes antes del vuelo se conseguía por 60 euros baja incomprensiblemente de precio tres semanas antes del viaje.

El dilema: comprar o no comprar

Oren Etzioni, profesor de Informática en la Universidad de Washington y creador de motores de búsqueda como Webcrawler y Netbot, ha diseñado un programa basado en algoritmos (complejos cálculos matemáticos para resolver un problema) similares a los que emplean las aerolíneas para predecir el errático comportamiento de las tarifas aéreas y decidir el momento óptimo de compra. Se llama, significativamente, Hamlet. Sin llegar tan lejos, un seguimiento de la evolución de los precios de los billetes realizado por la revista de viajes británica Condé Nast Traveller concluye que los martes y miércoles son los días para los que se encuentran los precios más bajos; que éstos suelen descender entre ocho y dos semanas antes del viaje en temporada baja, y que los vuelos matinales de sábados y lunes están entre los más demandados y son más caros que los que parten por la tarde, al revés de lo que ocurre los domingos.

Cómo funcionan las tarifas

El misterio se explica en parte por la política de precios adoptada por muchas compañías, y en especial por las llamadas de bajo coste. Con el tradicional sistema de precios fijos, la rentabilidad de los vuelos viene dada por el nivel de ocupación de los aviones; en el modelo de tarifas dinámicas se llenan los aviones jugando con el precio de los asientos, en el que interviene tanto la distancia a la fecha de salida como la ley de la oferta y la demanda.

Empleando algoritmos que analizan todos los factores que influyen en comportamiento del mercado, las aerolíneas elaboran curvas de previsión para cada vuelo con las que luego fijan el precio de salida de sus asientos. Por ejemplo, 15 plazas a 10 euros -el gancho de la promoción-, 20 a 30 euros, y así sucesivamente. Los últimos asientos, a un precio mucho más elevado, están destinados a aquellos pasajeros que se ven obligados a viajar en el último momento y están dispuestos a pagar cualquier suma por el billete.

Los precios de salida se disparan cuando hay por medio acontecimientos como un partido de final de Copa, y suelen ser más caros en las rutas a los destinos más populares. También puede ocurrir que se produzca una distorsión en la curva de precios por un aumento repentino y puntual de las reservas. Un grupo de escolares que viajan juntos en el mismo vuelo, por ejemplo. O por una brusca caída de la demanda. Entonces, el sistema informático de la compañía reajusta rápidamente los precios de aquellas plazas que aún no se han vendido al alza o a la baja para compensar.