El secretario general de la OTAN evita compromisos sobre el Yak-42
Bono dice que no recibirá "sólo buenas palabras" de NAMSA
José Bono habló ayer con el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, sobre el accidente de Yak-42 y, según el ministro, encontró un clima de entendimiento y de aliento a sus peticiones de responsabilidad de la NAMSA, la agencia de la OTAN que gestionó el transporte de los 62 militares españoles que perdieron la vida en marzo de 2003 en Trabzon (Turquía) cuando volvían de Afganistán.
Sin embargo, en su posterior conferencia de prensa, Scheffer se mostró frío con los argumentos del Gobierno español y dijo estar aún pendiente del informe de las autoridades turcas. "Soy el secretario general de la OTAN, no un juez", señaló. "Voy a estar fuera de los procedimientos judiciales".
"He hablado personalmente hoy con el secretario general y he recibido su apoyo para que España pueda tener no solamente buenas palabras, que ya ha recibido, sino la palabra responsable de quien fue el primero en la carrera de contrataciones", manifestó ayer Bono, en referencia a la NAMSA, durante un receso del consejo ministerial de la OTAN.
NAMSA, como responsable del transporte de las tropas españolas a Afganistán, puso en marcha una cadena de subcontrataciones con seis eslabones, en la que el último iba a recibir sólo 38.000 euros de los 149.000 exigidos al Gobierno español por el servicio. En el camino se perdió el seguro de 75.000 dólares por pasajero. "Esto no es normal más que entre gente desvergonzada, porque gente con dignidad no rebaja el nivel de seguridad", comentó el ministro.
Bono explicó que no había planteado ante sus colegas las letales disfunciones de la NAMSA y la exigencia de acciones inmediatas porque en la carta remitida el martes por el director de la agencia, Karl-Heinz Münster, al jefe del Estado Mayor de la Defensa, "acepta responsabilidades y va a gestionar con Chapman [el adjudicatario del contrato] el pago de determinadas responsabilidades". Bono indicó que la carta suponía un cierta "satisfacción para los militares españoles, que no tienen que asumir en exclusiva las consecuencias, aunque sean los únicos que hasta ahora han pagado. Hay que tener muy laxa la conciencia para decir que la única responsabilidad es de los militares españoles", agregó.
"En la propia carta se dice que no entienden por qué España no hizo un seguimiento de las contrataciones", recordó Bono. "Es cierto, pero eso no exculpa a NAMSA".
El ministro no entró en detalle sobre la indemnización económica que reclama, pero el Gobierno español tuvo que pagar 4,65 millones de dólares (3,8 millones de euros) a las familias de las víctimas por la pérdida del seguro.
España quiere que NAMSA asuma responsabilidades, "con independencia de que el Tratado prohíba los pleitos entre Estados miembros. No prohíbe la justicia. España contrató un servicio y NAMSA no puede alegar el Tratado para defenderse", insistió el ministro Bono.
El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, ofreció una versión de su conversación con Bono mucho menos comprometida que la que dio el ministro el ministro de Exteriores. "Le dije que era consciente del enorme impacto del drama en la sociedad española", señaló. "NAMSA está todavía esperando el informe [de las autoridades turcas] y no diré más. Fue un extremadamente trágico accidente. Soy el secretario general de la OTAN y no un juez. Voy a estar fuera de los procedimientos legales".
En todo caso, Bono reiteró que ha dado la orden de "que no se contrate con la agencia NAMSA mientras no se resuelva este asunto".
Por otra parte, el ministro de Defensa confirmó que España desplegará cuatro cazas en Lituania para proteger el espacio aéreo de los países bálticos a petición de la OTAN. "Si la consulta al Parlamento resulta positiva, podremos confirmar lo que ya es una decisión del ministro", declaró.
Fuentes militares indicaron que los cazas enviados no serán F-18, sino Mirage F-1 de la base de Los Llanos (Albacete) y que, si no hay cambios, la misión se realizará durante el verano del año próximo.
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