El tripartito y CiU afrontan la cumbre del Estatuto con cuatro grandes desacuerdos

La ponencia parlamentaria que reforma el Estatuto de Autonomía de Cataluña ha puesto nueve asuntos conflictivos en manos de los líderes de los cinco partidos parlamentarios para que los resuelvan en la cumbre convocada para mañana por el presidente Pasqual Maragall. Entre estos asuntos, hay cuatro en los que las diferencias entre los tres partidos de la izquierda que forman el Gobierno catalán y CiU son todavía muy importantes: la definición de Cataluña como nación, la bilateralidad de la relación con el Ejecutivo central, la reforma de la financiación y el papel de las comarcas.

Los dirigentes de los partidos catalanes han multiplicado sus contactos en los últimos días en busca de acercamientos en los desacuerdos que les separan en la reforma del Estatuto. El acuerdo entre el tripartito y CiU es imprescindible, pues sin los 46 diputados nacionalistas de Artur Mas es imposible sumar la mayoría de dos tercios (90 diputados) necesarios para que el Parlamento adopte la propuesta de reforma y la remita a las Cortes.

El principal punto de fricción es el relativo a la financiación de la Generalitat, sobre el que ninguno de los partidos cree que pueda llegarse a un acuerdo en la cumbre del sábado, que se celebrará en el Parlamento catalán y tiene una duración prevista de cuatro horas. Uno de los cuatro puntos del orden del día es la propuesta de reafirmación de que la reforma de la financiación debe figurar en el nuevo Estatuto, en contra de quienes, como PP y PSOE, alegan que este asunto debe debatirse aparte, en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Los otros puntos a tratar en la reunión son los 9 desacuerdos remitidos por la ponencia parlamentaria, el calendario y la composición de la delegación que, en su caso, deberá negociar la propuesta en las Cortes.

Los puntos en los que la ponencia se ha visto incapaz de alcanzar un acuerdo son estos:

1. La definición de Cataluña como nación. En este punto, el PP propone mantener el texto del vigente Estatuto de 1979, que define a Cataluña como nacionalidad. Los otros cuatro grupos admiten definir a Cataluña como nación, pero no hay acuerdo sobre la fórmula. ERC y CiU defienden sendas propuestas alternativas.

2. La comarca como ente local. Este es un asunto de gran importancia para CiU, que basa su implantación territorial en su poder en este nivel administrativo, que el tripartito quiere reducir a poco más que mancomunidades de municipios.

3. Bilateralidad y derechos colectivos. Todos los grupos están de acuerdo en incorporar el principio de "bilateralidad y lealtad institucional", pero no hay acuerdo con CiU sobre el redactado.

4. Igualdad de voto. El tripartito se ha dividido en este punto. CiU y ERC se oponen a la pretensión de PSC e Iniciativa Verds-Esquerra Unida (ICV-EUiA) de que el Estatuto establezca que el sistema electoral ha de garantizar la igualdad de voto de todos los ciudadanos.

5. La inclusión de un título sobre derechos sociales. Tanto CiU como el PP consideran innecesaria la introducción de un título regulador de derechos sociales.

6. Competencias. PSC y Partido Popular rechazan que en la definición de la competencia exclusiva de la Generalitat se diga que es "integra y excluyente". Convergència i Unió pretende, además, introducir un artículo con el siguiente texto: "Las competencias atribuidas a la Generalitat por este Estatuto tienen el carácter de exclusivas, salvo en los casos en que se indica otra cosa en el Estatuto".

7. Financiación. Aunque en los últimos días ha habido alguna aproximación, no hay acuerdo. Tanto CiU, como el PP como el tripartito mantienen sus respectivas propuestas.

8. Iniciativa popular. Sólo el grupo de ICV-EUiA defiende que un 20% de los ayuntamientos o 300.000 ciudadanos puedan proponer al Parlamento que inicie una propuesta de reforma del Estatuto. Los demás grupos se oponen, pero ha hecho cuestión de esta propuesta.

9. Rebaja en la mayoría para la reforma. El grupo de Esquerra Republicana (ERC) quiere rebajar a tres quintos del Parlamento catalán la mayoría cualificada exigida para la reforma del Estatuto, que en la actualidad es de dos tercios.

Las dificultades para resolver los desacuerdos sobre estos puntos varían según el caso. La ponencia tiene muy "ablandada" el debate sobre la definición de competencia exclusiva, por ejemplo, en la que se vislumbra un acuerdo para la retirada de la palabra "excluyente".

El Gobierno catalán confía en que cinco o seis de estos desacuerdos se resuelvan mañana. Pero entre ellos no se encuentra el de la financiación. Y todos los partidos advierten de que "ningún acuerdo es definitivo hasta que haya acuerdo en todo."