El lugar para los más pequeños
El creciente coste de las escuelas infantiles impulsa al Gobierno navarro a restringir el acceso y cobrar según la renta familiar
"A esa edad, los niños deben estar realmente en sus casas", dijo el presidente navarro, Miguel Sanz, en el debate parlamentario en que su Gobierno anunció un drástico cambio en el modelo de atención del ciclo educativo de 0 a 3 años.
El Ejecutivo que sostienen UPN y CDN inscribe su atención dentro de las medidas de conciliación de la vida laboral y familiar y regulará el acceso de los niños en función de la renta de las familias y su situación laboral, dando prioridad a aquéllos cuyos padres trabajen fuera de casa. La oposición ve amenazada la supervivencia del modelo, rechaza convertirlo en un mero servicio asistencial y pide un enfoque claramente educativo y gratuito del ciclo.
La atención educativa a los niños de hasta tres años fue el fruto de un pacto logrado la pasada legislatura entre el Ejecutivo foral y el PSN. La red privada iba creando plazas para ese ciclo y profesionales de la educación, asociaciones de padres, centros educativos y partidos de la oposición coordinaron su trabajo para garantizar desde la esfera pública una atención de calidad en esa etapa.
El éxito del modelo ha aumentado su coste y se anuncian cambios que, según la izquierda parlamentaria, pueden suponer su paralización.
Sanz afirma que no se pretende "desactivar" la demanda, sino atenderla "más racionalmente". El ciclo cuesta caro y UPN y CDN han decidido que las familias paguen según su renta y tengan prioridad aquellas cuyos cónyuges trabajen fuera de casa. Navarra contaba en 2000 con 25 centros y 1.868 alumnos mientras que en estos momentos tiene 68 centros y 4.176 niños. La previsión de gasto para este año asciende a 7,2 millones de euros. UPN quiere una ordenación distinta para garantizar la sostenibilidad del sistema y su "justicia social". Sus socios de CDN comparten esa visión al estimar que el modelo original ha sido "superado" por la creciente demanda.
Hasta ahora, los ayuntamientos pagaban el 25% del gasto; las familias, un máximo del 33%, y el 42% restante, el Departamento de Educación. La baja renta de muchas familias ha motivado que apenas costeen el 15%, mientras Educación ha tenido que abonar el 60% del total.
De ahora en adelante, las familias pagarán según sus recursos. "Las que tengan rentas suficientes pagarán el coste del servicio. Así podremos atender mejor a las familias que no tienen tantos recursos", afirma Sanz.
La afirmación del presidente foral de que a esa edad donde mejor están los niños es en casa con su madre o su padre, si éstos no trabajan, es considerada "reaccionaria" por el portavoz educativo del PSN, Carlos Cristóbal. La oposición apuesta por una financiación con cargo íntegramente a los presupuestos de Navarra.
"El problema no es la falta de dinero", señala Cristóbal, porque hay fondos públicos que financian todos los ciclos educativos de la enseñanza privada concertada. El PSN considera que el Ejecutivo foral ha decidido "desactivar" la demanda en contra de todas las tendencias españolas y europeas.
Los ayuntamientos que ahora quieran ver cubierto el ciclo tendrán que incluir en sus planes de infraestructuras la construcción de los centros infantiles. El Gobierno foral traslada así a los municipios la responsabilidad y se limitará a abrir una línea específica de subvención a quien la pida. Fuera de ese trámite, no habrá otras ayudas públicas.
Sanz reitera que su Gobierno aspira a cubrir toda la demanda, aunque insiste que Navarra va por delante de la media española y advierte de que no se puede incrementar el diferencial "con otras comunidades" cuando la UE no tiene una directriz clara sobre este ciclo. En Navarra, según datos de su Ejecutivo, el 60% de los niños de dos años se encuentra atendido, frente a una media española de apenas el 24%. A los tres años, la tasa de escolarización española asciende al 94%; la navarra, al 100%.
Iniciativa municipal
El Gobierno navarro paralizó la iniciativa legislativa popular que pretendía universalizar la atención de 0 a 3 años. El testigo lo retoma la Asamblea de Ayuntamientos por las Escuelas Infantiles, que el 23 de junio presentará en el Parlamento foral una iniciativa legislativa para que sea el propio Ejecutivo el que regule el ciclo y atienda la demanda existente.
Esta vía exige que apoyen la petición al menos la tercera parte de los consistorios de alguna de las cinco merindades en que está dividida Navarra y, al tiempo, reúna a más de la mitad de la población de la misma. De momento, la Asamblea cuenta con el respaldo de 70 ayuntamientos y 220.000 habitantes repartidos por las cinco merindades. Pamplona no se ha sumado a esta fórmula, que pide una red pública de guarderías en que los consistorios contribuyan en condiciones similares a Primaria.
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