El Gobierno y CiU dejan para mañana el núcleo de la financiación

El Gobierno tripartito y CiU acercaron ayer sus posturas acerca del espacio fiscal y la capacidad normativa que debe tener Cataluña con el nuevo sistema de finanaciación autónomica, pero dejaron para la reunión de mañana, la tercera, los asuntos más peliagudos: cómo se estructurará la agencia tributaria catalana y, en segundo lugar, el déficit fiscal, la solidaridad y la contribución al Estado.

La persistencia de desacuerdos en estos puntos daría lugar a una cuarta y última reunión de la comisión técnica, cuyas conclusiones deben estar listas para la cumbre del 11 de junio sobre el Estatut que se celebrará en el Parlament. De momento, sin embargo, el clima de la reunión de ayer fue "positivo", según fuentes de los participantes en el encuentro, donde sobresalió la "disponibilidad" de ambas partes para "llegar a un acuerdo".

Hubo ayer avenencia, pues, en que la agencia tributaria catalana recaude "todos" los impuestos que se pagan en Cataluña y en que la Generalitat tenga "plena" capacidad normativa sobre éstos, independientemente de las competencias que corresponden al Estado y a la Unión Europea. Pero queda para mañana definir el núcleo de dicha agencia: si estará coordinada o en consorcio con la estatal, tal como recoge la propuesta inicial del Gobierno catalán, o únicamente coordinada, como pretende CiU.

En cuanto a la aportación de Cataluña al Estado, mientras que el tripartito propone ceder como máximo la mitad de la recaudación y una cantidad progresiva de solidaridad (todavía incierta), la federación nacionalista propone aportar dos cuotas: una por los servicios que proporciona el Estado por las competencias no asumidas por la Generalitat y otra, fija, de solidaridad.

Mientras CiU negociaba con el tripartito, los grupos que apoyan al Gobierno no cesaron en su presión para que los nacionalistas se sumen al consenso del Estatut. El secretario de organización del PSC, José Zaragoza, volvió a acusar a CiU de vivir "instalada en el no" y aseguró que no observa voluntad de acuerdo en la formación.