Un obstáculo cultural
La implantación de la ecotasa en las islas baleares durante el mandato del Gobierno del socialista Francesc Antich levantó una sonora polémica. La tasa fue eliminada poco después de la victoria electoral de Jaume Matas, ex ministro de Medio Ambiente, del PP, en mayo de 2003. La derogación de la norma fue lamentada desde el ecologismo y elogiada, entre otros, por la patronal de las agencias de viajes alemanas.
Lo que muchos no conocieron entonces es que la ecotasa, bajo otro nombre, se cobraba por aquellos tiempos en zonas turísticas alemanas que nunca han recibido una avalancha de visitantes similar a la de las islas del mediterráneo -aproximadamente tres millones al año, contando sólo alemanes-.
El máster del Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local incluye entre sus materias el epígrafe La cultura territorial como obstáculo. Joan Romero dice para explicarlo que España debe recorrer todavía un periodo de maduración para equipararse con otras zonas del centro y norte de Europa : "Los cambios culturales son más lentos que la promulgación de una ley. Y en el cambio de los imaginarios colectivos tienen mucho que ver las universidades que, desde la humildad, pueden ayudar a acelerar ese proceso".
La Comunidad Valenciana, afirma Joan Romero, quien además de su trayectoria académica fue secretario general del PSPV, "está sometida a muchas tensiones territoriales", especialmente, añade, en la zona del litoral; "a veces parece que todo está un poco fuera de control". Un fenómeno que llena páginas de periódicos y que Romero matiza que no es exclusivo del territorio valenciano ni del conjunto de España. El máster, de nuevo "humildemente", pretende "contribuir a cambiar esa cultura del territorio".
Y pretende contribuir también a que quienes trabajan en ese campo "dispongan de unas claves"; "a que sean más respetuosos con conceptos que la UE ya ha hecho suyos".
El máster tiene un significado quizá especial para los ciudadanos valencianos, pero su objetivo, como es lógico, es captar estudiantes, profesionales y funcionarios de toda España. Y no sólo eso. El posgrado persigue también atraer a estudiantes de Latinoamérica, por medio del vicerrectorado de Cooperación Internacional de la Universitat de València.