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Reportaje:

Cómo romper el candado

Los dos grandes bancos, Santander y BBVA, consideran estratégico entrar en este mercado

Íñigo de Barrón

La relación entre los dos grandes bancos españoles, el grupo Santander y el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), con el mercado financiero italiano viene de lejos. No obstante, nunca ha estado tan caliente como ahora, cuando el BBVA intenta hacerse con la Banca Nazionale del Laboro (BNL) mediante una OPA y tiene que luchar con la oposición del Banco de Italia. El supervisor siempre ha permitido a las entidades españolas tomar pequeñas participaciones en los bancos italianos, pero nunca hacerse con su gestión. Sin embargo, Italia es uno de los mercados favoritos para los españoles porque es cerrado y con entidades ineficientes, un lugar donde el estilo de negocio de los españoles podría hacerse un hueco.

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Pero los primeros contactos fueron difíciles para los dos bancos. Emilio Botín, presidente del Santander, se topó con Italia, por primera vez, hace 17 años. El 28 de julio de 1988 Botín sorprendió al cerrado mercado financiero español al anunciar "un importante acuerdo de colaboración para el desarrollo de actividades y servicios financieros" con la Cassa di Risparmio delle Pronvincie Lombarde de Milán, conocida como Cariplo.

Rápido desencuentro

El propio Botín presidió las comisiones de trabajo entre ambos grupos y encargó a Rodrigo Echenique, entonces consejero delegado del Santander, que pusiera en marcha la alianza. Sin embargo, tres años después, Roberto Mazzotta, presidente de la caja de las provincias lombardas, anunció la ruptura de la alianza. También en este caso se habló de la influencia del todopoderoso Banco de Italia. Botín tomó nota y dejó pasar cuatro años hasta que recuperó el interés por Italia, esta vez, de la mano de San Paolo, en 1995.

El bautismo del entonces BBV, fue más complicado. En 1998 el BBV fue invitado a participar en la privatización de BNL y entró en el núcleo estable, junto con otras entidades. Paralelamente, en el verano de 1999, Pedro Luis Uriarte, vicepresidente y consejero delegado, acordó con Alessandro Profumo, primer ejecutivo de Unicredito, una alianza mediante intercambio de acciones. Sin embargo, en octubre de ese año la entidad que presidía Emilio Ybarra firmó su fusión con Argentaria. Uriarte intentó mantener el acuerdo con Unicredito, pero el tamaño adquirido por el nuevo BBVA asustó a las autoridades italianas, y forzaron la ruptura del acuerdo.

Pese a las dificultades, los dos grandes bancos españoles, el grupo Santander y el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) siempre han mostrado interés por Italia. ¿Por qué consideran tan atractivo este mercado? José Ignacio Goirigolzarri, consejero delegado del BBVA, cree que es alto el potencial de este país: "El producto interior bruto (PIB) de Italia es 1,7 veces el de España y su sistema financiero tiene gran recorrido de crecimiento. El BBVA espera generar valor a corto plazo" con la incorporación "del modelo y la experiencia de nuestra entidad" a la BNL.

Botín también ha destacado el valor estratégico del país transalpino en múltiples ocasiones. El Santander quiere aumentar su peso en Europa para compensar el riesgo de América Latina. Por esto, el presidente del Santander recordó, en la última junta de accionistas, que "en Italia hemos aumentado nuestra participación en San Paolo IMI, hasta situarla en el 8,6% de su capital. Además, el acuerdo de accionistas firmado nos permitirá participar de forma más activa en la estrategia y gestión de este gran banco".

El Santander también es accionista de Mediobanca, donde controla el 1,5%, "y, por el momento, no hay planes de incrementar la participación", según Botín. Mediobanca es una entidad financiera que posee el 14% de Generali. Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto y consejera del Santander, es también miembro del consejo de Generali. A la vez, esta aseguradora es socia del BBVA en el consejo de la BNL. Esta maraña de participaciones es otra de las características (y de las dificultades) del mercado italiano. En el consejo del banco cántabro se sienta Generali, que tiene el 0,81% del Santander, si bien San Paolo IMI, que controla el 2,25% no cuenta con ningún representante. Por su parte, el Santander dispone de tres consejeros en San Paolo.

La participación del Santander en Mediobanca y en el San Paolo tienen un valor de mercado conjunto de casi 2.000 millones de euros. Por otro lado, la oferta del BBVA por BNL está valorada en 6.400 millones.

Para los expertos, está más que justificado el interés de las grandes entidades españolas en Italia. Íñigo Vega, analista de Dexia Equities, comenta que "de los cuatro grandes países de la Unión Europea, Italia es el que tiene un mercado bancario menos desarrollado. El potencial es grande para bancos ágiles como Santander y BBVA".

Italia, junto con Alemania, son los mercados más cerrados a la competencia financiera extranjera de toda Europa. Esta situación ha provocado que los bancos y las cajas italianas "sean poco competitivas, es decir, cobran altas comisiones a sus clientes y, a la vez, han creado grandes estructuras de gastos", apunta Vega.

Este es el campo, en el de los gastos, es donde podrían actuar los bancos españoles, que tienen la vitola de ser los más eficientes de Europa. El BBVA ha anunciado que espera lograr 543 millones hasta 2007 en la BNL entre los ahorros de gastos y mayores ingresos. La entidad presidida por Francisco González quiere reducir un 2,6% la base de costes, un total de 369 millones, y elevar un 10,2% los ingresos, hasta 174 millones.

Otro de los grandes atractivos es la baja bancarización del país. En hipotecas y préstamos al consumo, por ejemplo, los italianos tienen concedidos cuatro veces menos créditos que la media europea. Sin embargo, cabe recordar la fuerza que tiene en este país el mercado ilegal de prestamistas y usureros que, por tipos ligeramente más altos a los bancos, dejan el dinero con muy pocas garantías.

Tanto si triunfan las dos OPA lanzadas, la del BBVA y la de ABN Amro, que quiere hacerse con la Banca Antonveneta, "es evidente que la historia financiera de Italia será distinta porque su modelo bancario está desfasado y ha sido superado", según Francisco González.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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