Un pequeño futbolista de tres millones
El Leganés ficha a un niño argentino de 14 años y blinda el contrato con una cláusula millonaria
"Un zurdo excelente, un gran mediapunta". "Técnicamente es muy bueno". "Tiene una gran visión del fútbol". "Es una alegría verle tocar el balón". Los responsables del CD Leganés, en Segunda B, no ahorran adjetivos para definir el juego de su último gran fichaje: Lucas Trecarichi. ¿Un jugador veterano? ¿Alguna joven promesa procedente de otro equipo del sur?
No, Lucas Trecarichi tan sólo tiene 14 años, no llega ni al metro y medio y procede del River Plate argentino. Desde hace dos meses forma parte de las categorías inferiores del CD Leganés.
Con tan sólo 13 años, Lucas fue elegido mejor jugador del reciente Mundialito sub-15 celebrado en Francia y en él pusieron sus ojos, antes de aterrizar en Leganés, el Bocca Juniors argentino y el FC Barcelona.
"Con seis años, Lucas jugaba al fútbol en la calle con sus amigos, allí en Argentina"
"¿Que por qué hemos elegido el CD Leganés? Pues porque nos garantizaban que el niño iba a estar cerca de su familia y nos han dado, además, un piso, billetes para viajar a Argentina y a mí un trabajo", explicó Fabián Trecarichi, el padre de la criatura.
Además, un directivo del club es amigo personal de la familia y fue finalmente el que les convenció de que se viniesen a Madrid. "Si al final el chico resulta ser un gran jugador, da igual en el equipo que esté", añadió el padre.
El club pepinero ha blindado al niño con una claúsula de tres millones de euros, que se multiplicará por dos cuando cumpla los 17 años, según su padre. "Hasta los 16 años, tiene un contrato de jugador aficionado; luego pasará a ser profesional. Le hemos fichado por nueve temporadas", señaló Rubén Fernández, presidente del club.
¿Y qué es lo que han visto en él para que, con sólo 14 años, ya intuyan que es una futura estrella? Según Fernández, el pequeño argentino es "muy maduro para su edad" y tiene "el clásico desparpajo" de un gran jugador de fútbol. En enero el niño vino a hacer una prueba al club y en marzo ya se trasladó definitivamente a España.
Toda la familia del muchacho (sus padres y su hermano Luciano, de siete años) dejó la localidad bonaerense de San Isidro para instalarse en Lavapiés.
Sólo llevan dos meses en el sur de Madrid y aún andan desorientados. "En Argentina yo tenía un quiosco donde vendía revistas, periódicos, chuches... Aquí en Leganés los del club me han conseguido un trabajo en mantenimiento de piscinas. Armo y desarmo motores de piscinas", comentó el padre. Su mujer, originaria de Vigo, tiene nacionalidad española y argentina.
De momento, Lucas juega con el equipo cadete, en una categoría superior a la que le correspondería, con chicos de 16 años que, según él, le "cuidan".
La semana pasada varios ojeadores del Arsenal estuvieron en Leganés observando al chico. Él, mientras, sueña con parecerse algún día a Aimar o a Rikelme y con jugar en el Real Madrid o en el FC Barcelona.
"Los estudios, tienes que centrarte también en los estudios", le repetía ayer el padre, minutos antes de que el niño se enfrentase a los juveniles del Getafe CF.
Ésa es la idea que también tienen en el club. "Queremos que disfrute, que sea un niño normal y que no se sienta presionado; tiene que tener también su vida y estudiar", explicó José Manuel Blázquez, responsable de las categorías infantiles del club.
Eso sí, Lucas Trecarichi sabe que es "especial" y que muchos ojos están pendientes de su evolución deportiva.
La historia de su descubrimiento como futbolista tiene mucho de cuento de hadas para un niño de barrio. "Con seis años, Lucas jugaba al fútbol en la calle, en la tierra, con sus amigos, allí en Argentina", relató su padre.
Un día, un directivo del River Plate, que justo pasaba por donde el pequeño le daba patadas al balón, se fijó en él. A los pocos meses, Lucas Trecarichi ya jugaba en las categorías infantiles del River Plate, equipo en el que estuvo ocho años y con el que "recorrió todo el país", según su padre.
Ahora, su aventura empieza de nuevo en el sur de Madrid. Se entrena tres días a la semana, por la tarde. Por el día estudia en el instituto San Nicasio. Como se acaba de incorporar a las clases, anda "perdido" con las matemáticas.
"Ya tengo un montón de amigos, entre el fútbol y las clases", comentó el chico, al que, de momento, no le interesan "las chicas", según dice. "Me gusta salir con los amigos", explicó, al tiempo que su padre apostillaba: "Pero no le dejamos salir mucho; le tenemos un poco limitado. Hasta que nos hagamos con la zona...".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.