Casi 3.000 parejas se han divorciado desde principios de año

La cifra de separaciones y divorcios crece año tras año y el 65% de las parejas, llegado el momento de la ruptura, opta por el diálogo y el consenso a la hora de ir al juez, según datos de los juzgados de la capital. En los cuatro primeros meses de este año (entre el 1 de enero y el 30 de abril) se han separado o divorciado 2.825 parejas en la capital (101 más que en el último cuatrimestre de 2004, casi un 2% más), según las mismas fuentes.

"De seguir esta tendencia, a finales de año las rupturas matrimoniales, con o sin acuerdo, podrían acercarse a las 11.500", según fuentes judiciales. "Tras el verano, a la vuelta de las vacaciones es cuando más separaciones se producen, ya que la pareja ha estado un mes en convivencia real y afloran con más fuerza las diferencias que pueda haber y que han estado solapadas durante el periodo de trabajo", añaden.

Los matrimonios que se rompen de mutuo acuerdo son prácticamente el doble que los que lo hacen en situación de conflicto. Separarse de mutuo acuerdo es más rápido y menos costoso en minutas de abogados. Más rápido porque, entre otras cosas, los 10 juzgados de familia que hay en Madrid afrontan una carga de trabajo fuera de lo común.

De hecho, los jueces están tardando entre siete y nueve meses en citar por primera vez a las parejas que han dado el paso de separarse y no se ponen de acuerdo sobre los demás aspectos.

Convenio regulador

Los datos de los jueces indican que entre enero y abril de este año se han registrado 1.844 separaciones y divorcios de mutuo acuerdo, frente a las 971 contenciosas contabilizadas entre septiembre y diciembre de 2004. Quiere esto decir que casi el 65% de las parejas prefiere presentarse ante el juez con un convenio para que éste, si el fiscal no ve ninguna traba perjudicial para los hijos, lo apruebe y valide la ruptura.

Fuentes jurídicas señalan que también son abundantes las separaciones que se inician de mutuo acuerdo y durante el proceso se convierten en conflictivas. Precisamente, en este primer cuatrimestre de 2005 ha habido siete peticiones de nulidad matrimonial, mientras que durante los últimos cuatro meses de 2004 sólo hubo una.

Las parejas de hecho, aunque no estén inscritas en el registro civil como desposadas, también tienen que acudir a los juzgados, si tienen hijos, para separarse, ya que es obligación del juez y fiscal velar porque éstos no queden desamparados. En el primer cuatrimestre de este año hubo 396 parejas de hecho cuyos miembros acudieron al juez para solicitar la guardia y custodia de los hijos.

Habitualmente, el juez suele entregarla a la madre y reclamar al padre el pago de una pensión para los hijos. Quien se queda los hijos, suele quedarse, además, la casa. En los últimos cuatro meses de 2004 fueron 338 las parejas de hecho que no se pusieron de acuerdo sobre la custodia de sus vástagos y acudieron al juez de familia en busca de solución.

Aparte de optar por la separación de mutuo acuerdo, las parejas madrileñas, a la hora de casarse por primera vez, acuden mayoritariamente a la Iglesia para desposarse. Los matrimonios canónicos siguen superando con creces (en torno al 65%) a los civiles, si bien en los últimos años se está notando un ascenso de estos últimos.

Los datos de los juzgados señalan que en 2003 hubo, por ejemplo, 7.737 parejas madrileñas que prefirieron la Iglesia, y 3.710 que optaron porque los casase un juez o un cargo público.

La explicación que dan fuentes judiciales al ligero incremento de bodas civiles es que la cifra de divorcios también aumenta y muchos de quienes se separan vuelven a contraer matrimonio después, pero no por la vía religiosa, que les está vedada.

La estadística del Registro Civil de Madrid arroja datos llamativos. En 2003 se registraron 29 matrimonios islámicos y otros 41 que no llegaron a materializarse legalmente. Es decir, hubo 41 parejas que se casaron por lo canónico y que no llegaron a inscribir el matrimonio en el Registro Civil. Quiere esto decir que se casaron por la Iglesia, pero el matrimonio se frustró antes de su inscripción en el registro.