Canción retro
Rajoy y sus Magníficos Muchachos ensayan ahora una nueva canción: los europeos prefieren las cosas de antes, los entendimientos entre Europa y Estados Unidos, a esta secesión institucional: por eso votan "no". Su idea general, la de siempre desde que la Alemania nazi perdió la guerra, es la de que hay que seguir a Estados Unidos: así lo hicieron, con Franco y Eisenhower de general a general, y después del régimen que le siguió, lo mantuvo esta democracia funeraria, hasta el momento en el que Zapatero no se levantó al paso de barras y estrellas en el Desfile de la Victoria (tengo entendido que ahora no se llaman así, pero es igual: todo desfile militar es victorioso) y, peor, cuando se llevó los soldados que Aznar había mandado al pobre Irak, con la idea de colaborar en su devastación. La crítica de los antiguos desde entonces siempre se ha marcado en la necesidad de estar junto a EE UU, y con el Vaticano al mismo tiempo; cuando el Vaticano ronroneó contra la guerra en general, eligieron EE UU. En la sesión del miércoles se aclaró que lo que Zapatero hace es seguir al eje franco-alemán, precisamente en un momento en el que los dirigentes han sido rechazados por sus pueblos. Es así, aunque ninguno de los dos ha sufrido el rechazo que él mismo y Aznar y los demás tenores (y la tiple) retros sufrieron cuando se les acusó de revolcarse en el fango de la mentira y el escándalo de girar el alcance de un suceso asesino para mejorar su posición oficial, y mantener ese lodazal porcino mes tras mes, mitin tras mitin, voto tras voto.
Esa canción, que sus fans en Europa traducen como pueden, supondría dejar a Europa en el congelador y sumarse a la causa occidental; o crear una Europa distinta que continuase la alianza de la OTAN, como cuando el enemigo era la URSS. La Campaña contra Rusia también se está alimentando ahora, aun por los escribidores desnazificados, con la razón nada ilógica de que Putin no es demócrata de ninguna manera, y por la menos pronunciable de que tienen sus armas nucleares vivas y sus cohetes dispuestos a todo, y en un pispás llegan a Rota (es un decir: para estremecer a los burgueses). Quizá sus estrategas piensen que lo de Afganistán y lo de Irak tiene relaciones con el bajo vientre ruso. Si fuera así, razón de más para alejarse de Bush y de quien le mueva.
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